«Me encantaría poder grabar en Asturias y ya he tenido algunas ideas»

-Hoy en día no queda ningún cine abierto, pero en su infancia Avilés contó con hasta cinco salas diferentes. ¿Cómo recuerda su relación con el cine en su niñez y adolescencia?

-Es una pena regresar a Avilés y ver que ya no queda ni un solo cine. Para mi grupo era algo obligado ir a las salas cada vez que podíamos. Lo más interesante era comentar las películas con mis amigos y poner en común impresiones. También tengo un tío en Avilés, Manuel Valdés, con el que me iba al restaurante La Parra y hablábamos de cine. En esas conversaciones me di cuenta de que tenía que profundizar en las películas y en el trabajo de los directores que estaban detrás.

-Se marchó a Madrid muy joven, ¿tardó en hacerse un hueco en la industria audiovisual?

-Tuve mucha suerte porque nada más llegar apareció Ramón Corominas, que era productor del área de publicidad de una agencia y me ayudó a entrar en una productora chiquitita. Empecé sin cobrar y llevando facturas de un lado para otro. Después comencé a ayudar en la grabación de pequeñas publicidades o videoclips. Un buen aprendizaje.

-¿Estuvo mucho tiempo como ayudante?

-Lo cierto es que no, fue una etapa intensa pero corta. Yo soy un tío muy tirado para adelante y al mes le hice una oferta al dueño de la empresa. Le dije que creía que tenía talento para hacer más cosas y que me marcharía si no me dejaban progresar. Fui un descarado, pero me dieron la oportunidad y en nada comencé a relacionarme con directores y productores y llevaba los mandos de mis propios montajes. En menos de un año estaba rodando mi primer cortometraje, 'Amor, dinero y salud, por este orden'.

-Entonces ya hacía de todo y hoy se ocupa de mucho más que de dirigir en sus proyectos. ¿Cómo entiende esta profesión?

-Nunca me ha gustado encasillarme y siempre he creído que la mejor forma de aprender a dirigir es montando y editando. Si tengo que ponerme un título sería el de director de cine, pero es cierto que he dirigido muchísima televisión y ahora he dado un paso más, encargándome de la producción ejecutiva en muchos proyectos. La gente no sabe lo que hace un director. Piensan que solo es dar órdenes a los actores y realmente te ocupas de contestar mil preguntas al día. Eso sí, siempre me rodeo de un buen equipo y he aprendido a delegar.

-Ha dirigido capítulos de series míticas como 'Aída' o '7 Vidas', sin embargo ha sido 'El Ministerio del Tiempo' la que le ha catapultado a la fama. ¿Cómo llegó el proyecto a sus manos?

-Ocurrió en un momento en el que yo estaba viviendo y trabajando en México. Había estado dirigiendo estas grandes series en las que aprendí muchísimo de actores fantásticos y me ayudaron a darme a conocer, pero consideraba que debía cambiar de aires para no encasillarme y en México había un gran mercado hispanohablante que explotar. Estando allí me llegó un mensaje de Javier Olivares, el creador de la serie, que me planteaba un proyecto nuevo. La idea era buena, pero quise asegurarme de que la forma de ejecutarla coincidía con mi filosofía antes de aceptar. La condición es que me dejasen a mí diseñar la serie desde cero partiendo de la idea inicial y he de reconocer que me dieron carta blanca en ese sentido. Todo se completó cuando encontramos un grupo de actores fantásticos y un equipo técnico y de producción que ha trabajado mucho todos estos años para que la serie alcance el punto en el que está ahora mismo.

-En 'El Ministerio del Tiempo' han salido muchos personajes históricos. ¿Habría sitio para algún avilesino?

-Sin duda podría haber aparecido alguien como Pedro Menéndez sin ningún problema. Lo que pasa es que estamos muy atados a los guiones y a las épocas en las que se desarrolla la trama. Pero nunca se sabe, Avilés tiene muchas historias que contar y quedan muchos proyecto por hacer todavía. Podría volver a fijarme en la historia asturiana para inspirarme en otro momento.

-Ha dirigido a grandes actores, en este y otros proyectos.

-Eso es lo que más guay y gratificante de todo. Me siento afortunado por haber poder conocer a gente como Jaime Blanch o a actores estupendos como Nacho Fresneda. Haber visto a un nuevo Rodolfo Sancho que no me imaginaba o a Hugo Silva en acción. Para mí ya no son famosos o las estrellas que ve la gente desde fuera, son compañeros y muchos de ellos amigos con los que compartir mi vida laboral y privada.

-Desde las primeras temporadas, la serie superó sus propios récords de audiencias, tuvo un impacto enorme en las redes sociales y obtuvo muchos premios. ¿Cómo ha gestionado esa fama?

-Esta serie me ha dado mucho y se que tiene un público muy fiel. He asumido que la gente valora tu trabajo y estoy muy agradecido por cada reconocimiento, pero no me gusta estar demasiado expuesto. Estoy feliz por el trabajo realizado y creo que el final de la serie va a ser un homenaje a muchos personajes que se lo merecen, además escribo yo mismo el capítulo final.

-Ha sido un éxito en todo tipo de plataformas, no solo en televisión.

-Claro, somos conscientes de que haber estado presentes en plataformas de streaming como Netflix nos ha dado a conocer fuera de España y eso es algo positivo, pero hay que saber tomar distancia y no dejarse llevar por la demanda salvaje de contenido que suponen estos formatos. Son herramientas fantásticas, ya no hay que esperar a los miércoles para encender la tele de noche y ver un capítulo. Por eso mi película también pudo encajar en este formato y fue una gran ayuda.

-¿Cómo fue la experiencia con su primer largometraje, 'El silencio del pantano'?

-Fue muy interesante y aprendí muchísimo. Ya tenia quince años de trayectoria en televisión, pero esto era algo nuevo y tienes que aprender a moverte en otro entorno. Fue un proceso muy largo y duro mentalmente, pero he aprendido para la próxima película. No es lo mismo dirigir una serie que un largometraje y eso es algo muy importante a tener en cuenta, debes de pensar en grande. Además, me acompañé de grandes actores como Pedro Alonso, que la protagoniza y nos entendemos genial. Por suerte ha tenido mucha repercusión, me ha dado la oportunidad de ir a festivales por todo el mundo y al final ha sido la culminación del sueño de ser director de cine. Ahora toca pensar en proyectos nuevos muy interesantes.

-Esta previsto que a finales de año se estrene 'Nasdrovia', su nueva serie. ¿Qué podemos esperar de este proyecto?

-En este momento de mi carrera, 'Nasdrovia' es mi presente y mi futuro. Está basada en una novela de Sergio Sarria y considero que hemos logrado algo increíble, un formato de humor que no se había hecho nunca de esta forma, que juega con el espectador y no cae en tópicos. Estoy súper orgulloso. Contamos con Hugo Silva y Leonor Watling como protagonistas, que trabajan genial y son muy profesionales. Por el momento ha habido algunos retrasos, pero la confianza en el proyecto es tan grande que estoy escribiendo la segunda temporada con mucha emoción y ganas de que se estrene. Nunca me gusta comparar trabajos, pero creo que 'Nasdrovia' va a ser un éxito y va a gustar mucho a un tipo de público muy concreto.

-¿En algún momento se ha planteado proyectos en Asturias?

-Me encantaría grabar en Asturias y ya he tenido varias ideas, lo que pasa es que al final se han complicado y no se han podido desarrollar como yo quería. Sin embargo, cada vez tengo más claro que quiero volver a vivir en Avilés. La calidad de vida es incomparable y creo que podría desplazarme a Madrid para trabajar sin problemas. Es algo que no descarto a medio plazo.