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Las piezas se cargaban a mano en el horno de San Juan, tal y como se puede comprobar en esta imagen de archivo. ALCOA
La empresa que enseñó el camino a la siderurgia asturiana

La empresa que enseñó el camino a la siderurgia asturiana

ENDASA inició hace setenta años la tranformación económica de la comarca de Avilés

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Domingo, 29 de julio 2018, 02:01

La historia industrial de Avilés tiene en 1948 uno de sus referentes. Y es que ese año se puede considerar como el inicio de la industrialización, con la creación de la Empresa Nacional de Aluminio (ENDASA), que posteriormente, evolucionaría hacia Inespal y, en la década de los noventa del pasado siglo se privatizaría con la venta a Alcoa, la multinacional estadounidense que en la actualidad mantiene encendida una llama de setenta años.

Si un nombre se puede destacar en el origen de ENDASA es el del ingeniero vasco Félix Aranguren (Bilbao, 1903; Bilbao, 1984), al que la ciudad le debe un homenaje por haber sido el impulsor de la fábrica de San Juan, en primer lugar, y, posteriormente, de ENSIDESA, como se detalla en la biografía de Aranguren que, dos años después de su fallecimiento, publicó el Consejo Superior de Ingenieros con la Asociación Nacional de Ingenieros.

Allí se explica como, en plena posguerra, el gobierno consideró estratégica para el país la producción de metales, entre ellos el aluminio. Aranguren fue el impulsor y planificador de ENDASA cuyo origen legal se remonta a 1943. El objetivo era construir una planta de aluminio electrolítico en Valladolid. Su ubicación aseguraba la utilización del aprovechamiento energético de los saltos del Duero, mientras se pensaba en Asturias para ampliaciones utilizando el potencial eléctrico de los saltos hidráulicos de la región. Como buen ingeniero, Aranguren planificaba, estudiaba y medía los detalles.

De esa forma se puede entender que seis años después de impulsar la creación de ENDASA defendiese la constitución de la Empresa Nacional Siderúrgica (ENSIDESA) y que Avilés fuese su sede. De esa manera, los esfuerzos en las mejoras de la red energética beneficiarían a ambas. Además, los terrenos donde actualmente se encuentra Alcoa, heredera directa de la antigua ENDASA, se ganaron a la mar rellenándolos con material extraído de Las Huelgas para poder levantar la desaparecida ENSIDESA.

El hecho es que la llegada de ambas empresas marca el inicio de la transformación industrial de Avilés y su historia reciente. Y bien justifican un recuerdo de la ciudad al ingeniero vasco.

Esperando la colada, con las cucharas del primer plano se tomaban las muestras. ALCOA

En el caso de ENDASA, el primer objetivo era la creación de la fábrica de Valladolid. Sin embargo, las necesidades de aluminio provocaron que se priorizase el proyecto de Avilés con una planta para el reciclado de aluminio, de segunda fusión. Su capacidad era de 4.000 toneladas anuales, si bien nunca se alcanzó por la falta de materias primas. De hecho, las estimaciones de producción que se pueden consultar hablan de unas seis toneladas diarias de producción.

Sin embargo, el inicio de la fábrica de San Juan no fue fácil. «Mi padre llegó a Avilés en enero de 1948. Se alojó en la antigua Serrana y al día siguiente fue a la fábrica de ENDASA. Cuando llegó no había nada, era una zona que se estaba terminando de rellenar, es una historia que mis padres me contaron siempre», recuerda Emilio Abella Arratibel al hablar de su padre, Emilio Abella, primer director de producción en San Juan o la 'Endasa vieja', como la llaman entre los veteranos del aluminio en Avilés.

Emilio Abella Arratibel señala que después de una entrevista de su padre con Luis Barrallat, director de la fábrica, a los pocos días llegó la orden de Madrid para que su padre se trasladase a Bristol, al Reino Unido, para especializarse en las instalaciones de la Royal Enfield en la fusión del aluminio. Emilio Abella sería posteriormente jefe de producción en San Juan y continuaría su trayectoria en las instalaciones de San Balandrán.

La fecha de inicio de la producción de ENDASA no está clara. A finales del 48 ya se producía y en el archivo de Alcoa hay fotos de febrero de 1949 trabajando. En la citada biografía de Félix Aranguruen, Luis Paradelo Prada habla del 7 de julio de 1948, aunque parece un margen muy escaso para la situación descrita en enero. «Paradelo era un hombre muy meticuloso, fue director de la fábrica de Valladolid y tenía el acceso a buenas fuentes, por lo que ese dato puede ser correcto», asegura el ingeniero Plácido García, integrante del grupo Sigma de investigación del patrimonio industrial y que, hasta la fecha, no ha logrado contrastar ese dato con otra fuente documental a pesar de su búsqueda.

En todo caso, San Juan comenzó su actividad antes que Valladolid, ya que en Avilés se producía la pasta para los ánodos, además de sulfato de aluminio. Para el reciclaje, se utilizaba material de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo restos de aviones que, según recuerda Abella hijo, llegaban de Bélgica en barco.

Aunque las condiciones de trabajo eran muy diferentes a las actuales. «Había que picar todo a mano y trasladarlo entre varios, no como ahora que se toca un botón y ya está», recuerda Francisco Álvarez Álvarez, 'Pacho', que trabajó en San Juan y, posteriormente, se trasladó a San Balandrán.

Lo cierto es que los planes de Félix Aranguren ponían fecha de caducidad a las instalaciones de San Juan de Nieva. Aunque está no llegaría hasta agosto de 1970, mucho más de lo previsto inicialmente. En 1955, se aprobó la construcción de las instalaciones de San Balandrán como una ampliación de Valladolid, con una tecnología mucho más moderna y un emplazamiento para facilitar la llegada por mar de la bauxita. Su actividad comenzaba en 1959 y desde San Juan también se le aportaba la pasta para los ánodos, hasta que dejó de ser rentable.

El aumento de la producción de aluminio redujo su reciclado, con una técnica un tanto primitiva. Emilio Abella recuerda como salía el lingote y, rápidamente, se analizaba el material líquido para ver si se necesitaba aportar algún otro material antes de que se solidificase.

A partir de los setenta, ENDASA se trasladó completamente a San Balandrán, si bien las viejas instalaciones no desaparecieron de su memoria. Incluso hoy perviven, aunque la actual Alcoa sea una empresa muy diferente a la que entonces comenzó la transformación industrial de Avilés.

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