Los dueños de perros de Avilés aplauden la creación de zonas delimitadas y exigen mantenerlas

Siempre lleva la botella preparada en la mochila y hace bien, porque dentro de poco entrará en vigor la nueva Ordenanza reguladora de la Tenencia, Protección y Bienestar animal que obliga a los dueños a desinfectar las zonas públicas donde orinen sus animales, a riesgo de recibir una multa a partir de 750 euros si no lo hacen.

Con lo que no está tan de acuerdo esta vecina de Avilés es con que la nueva normativa limite a espacios cerrados los lugares donde poder soltar a los perros. «Si quieren que se cumpla esa norma y que no los soltemos en los parques, tienen que crear nuevas zonas adaptadas para perros y mantener las pocas que hay en Avilés, porque están en muy mal estado», conviene García.

Lo que mismo opina Ana María Yagüe, dueña de 'Leo' y 'Luca'. «Las dos zonas que hay en La Magdalena y en Valgranda están hechas un desastre y yo, desde luego, trato de evitarlas en la medida de lo posible», critica Yagüe, que tiene algún que otro reparo sobre la nueva normativa y las pautas de limpieza. «Por su puesto que recojo las cacas siempre, pero ir limpiando por la calle los pises, sobre todo cuando sea en zonas urbanas, lo veo menos viable», reconoce esta vecina, que aprovecha para poner a Gijón «como ciudad ejemplar en lo que se refiere a zonas para perros».

Es una apreciación que comparten más dueños en Avilés como Javi Mateos. «Es una ciudad que tenemos cerca y allí no tienen tantos problemas. Yo creo que es cuestión de habilitar nuevos espacios, por ejemplo en el parque de Cabruñana, en el paseo de la ría o en el propio Ferrera», propone Mateos.

Otros, en cambio proponen ideas alternativas destinadas a hacer posible la conciliación entre las personas y los animales domésticos en la vía pública. «Pueden proponerse unos horarios en los que se puedan soltar los perros libremente en los parques y otras franjas horarias en las que no se pueda, para que las personas a las que les puedan molestar o los niños no corran peligro», plantea Ana Velasco, dueña de 'Senda', un galgo de nueve años que suele salir de paseo con la correa puesta. «Yo esa idea la veo más complicada porque no todo el mundo tiene disponibilidad para adaptarse a esos horarios», opina en contraposición su amigo, Javi Mateos.

En lo que se refiere a la limpieza y a los espacios de esparcimiento puede haber alguna discrepancia, en lo que todos los dueños de perros coinciden es en que las nuevas normas están dirigidas al bienestar de los animales. La ordenanza contempla en este sentido que los perros no podrán permanecer -al igual que el resto de animales domésticos- más de dos horas en un vehículo, ni tampoco más de ocho atados, aunque estén en un domicilio o en una finca privada.

«Es cuestión de respeto por los animales, hay que tenerlos bien cuidados que para eso son como nuestros hijos y estoy totalmente de acuerdo en que se multe a quien los trate mal o no los cuide como es debido», asegura Cristina García.

Pero con excepciones. «Hay que entender que algunas personas no pueden estar siempre en casa y dejan a sus perros solos, pero pueden tener espacio, comida y agua suficiente para estar bien. Cada caso es un mundo», argumenta Jesús Fernández.

El borrador de la nueva ordenanza se encuentra ahora en fase de consulta pública y se podrán realizar estas y otras aportaciones durante un plazo de veinte días hábiles, que concluirá el viernes 9 de julio.