Derriban la primera torre de carbones de las baterías de cok de Avilés con una impresionante explosión

«¡3, 2, 1...fuego!» Esa fue la secuencia que dio paso a una explosión controlada que se oyó varios kilómetros a la redonda y que sirvió para derribar en cuestión de segundos la primera de las tres torres de carbones del parque de baterías de cok de Avilés. Dos semanas después de que Sepides volase la primera de las cinco chimeneas, hoy se continuó con el desmantelamiento del complejo industrial con la demolición de una estructura que medía cerca de 80 metros de altura y contaba con un peso aproximado de 6.000 teneladas de hormigón y 400 de hierro.

La voladura de la torre número tres se produjo a las diez de la mañana con una puntualidad inglesa. La torre se vino abajo de forma lateral y ha quedado en pie parte de la estructura que ahora se tendrá que demoler y retirar con maquinaria pesada. En el entorno de baterías volvió a haber una enorme expectación de curiosos y vecinos que quisieron presenciar la demolición de esta torre, una estructura que en su día sirvió como silo para almacenar unas 3.000 toneladas de carbón con el que luego se cebaban los hornos del complejo industrial.

Esta construcción fue planteada acorde a los parámetros de la arquitectura del Movimiento Moderno, predominando un sentido práctico acorde a su uso industrial, pero sin dejar de lado una clara voluntad estética que ahora se desvanece y deja un paisaje que cada vez dista más de la estampa histórica que ha definido Avilés desde mediados del siglo pasado.

El proceso de desmantelamiento continuará el próximo fin de semana con la voladura de las cuatro chimeneas que aún quedan en pie, y que se derribarán al unísono. El fin de semana del 22 de octubre se procederá a derribar las otras dos torres de carbones que hay en el complejo y será el 5 de noviembre cuando se tire el gasómetro, una operación mucho más delicada que obligará a perimetrar la zona en un radio de un kilómetro a la redonda.

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