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El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Santiago Rodríguez Vega, se mostró tajante al asegurar que la declaración de impacto ambiental (DIA) que se le exige para llevar a cabo las labores de dragado de mantenimiento de la ría, haría que «el puerto ... fuera inviable». Explicó que el puerto elevó sus discrepancias ante el Consejo de Ministros por «desproporcionada e ineficiente», ya que, en su opinión, las medidas que impone la DIA «no suponen ningún beneficio para la playa de Salinas ni para la contaminación marina».
Además, Rodríguez Vega asegura que la Dirección General de Biodiversidad les traslada competencias que «no son nuestras, como la vigilancia del sistema dunar». Es más, apuntó que la soluciones propuestas desde el puerto avilesino «hacen compatibles las obras con el medio ambiente y la actividad del puerto. No podemos asumir que los intereses medioambientales sean tales que impida la actividad económica del puerto».
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