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Las empresas que trabajan en la demolición de las instalaciones de baterías de cok llevan «semanas» planificando la que será sin duda una de las jornadas más espectaculares del proceso de desmantelamiento. A partir de las diez de la mañana volarán las cuatro chimeneas ... que restan del complejo industrial, dos de ellas de noventa metros de altura y otras dos de ochenta, todo un icono del paisaje avilesino. Las tres primeras, las más cercanas a la ciudad, caerán hacia el este, mientras que la número cuatro lo hará en sentido oeste.
Cada una de ellas dejará 359 toneladas de material refractario, 1.792 tonelada de hormigón y otras 45 de acero. El material refractario y el hormigón serán probablemente utilizadas como relleno para el nuevo polígono «si tras su análisis se comprueba que se ajusta a las normas de construcción y seguridad». Estos restos se sumarán así a las más de 20.000 toneladas de chatarra férrica y 13.000 de residuos peligrosos que se han retirado ya de las instalaciones y que se han llevado a plantas especializadas en La Coruña, Cantabria, País Vasco y también en Asturias.
Las voladuras volverán a producirse, como viene siendo ya habitual, puntualmente a las diez de la mañana, y volverán a generar a buen seguro una gran expectación entre extrabajadores, estudiosos del patrimonio industrial, vecinos y los propios empleados que están acometiendo el desmantelamiento.
La previsión es que demolición finalice en marzo de 2024, dos años después de su inicio.
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