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A. Granda
Avilés
Viernes, 16 de junio 2023, 01:44
Con esta ya son cuatro las semanas que los comerciantes avilesinos pasan haciendo guardia a la entrada de sus negocios evitando a duras penas las consecuencias de un nuevo robo ante el que, declaran, «poco podemos hacer». El pequeño comercio está viviendo los estragos de ... una pareja que recorre las calles más céntricas de la ciudad y espera a la apertura de los locales para acceder rápidamente y llevarse las prendas textiles o los productos de belleza y perfumería que se sitúen más cerca de la puerta de acceso.
Hasta la fecha, sus intenciones ya se han hecho efectivas en varios negocios de la calle Rui Pérez, en la céntrica La Cámara, en La Fruta y en Fernández Balsera, ubicaciones que destacan por un flujo continuo de transeúntes y por la vigilancia que también ejercen las fuerzas de seguridad y que, desde luego, «no los disuade».
Tanto es así que la capacidad de maniobra del sector se ha visto relegada a la comunicación a través de un chat de WhatsApp por el que van ofreciéndose entre ellos la información de la que van disponiendo. «Este es nuestro método de momento», comenta Luis García, secretario de la agrupación Acea. «Hemos puesto al tanto a la policía en cuanto hemos visto movimientos extraños y hemos podido localizar que venían de las mismas personas» que, tal como han podido describir, «es una pareja del País Vasco que no destaca precisamente por una mala apariencia». No obstante, «sí que se les ha visto discutir y gritarse entre ellos por las calles en condiciones más extrañas», lo que solo hace incrementar «una sensación de desprotección total» entre dueños y trabajadores, que «no sabemos nunca lo que pueden llegar a hacer».
Pese a que se han localizado al menos al menos seis acciones de robo por parte de la pareja, «no hay soluciones legales que tomar al respecto», ya que se trata verdaderamente de delitos de hurto, que no superan por tanto los cuatrocientos euros, la cantidad estipulada como para que sobre ellos recaiga una respuesta más allá de una visita al calabozo.
De los establecimientos que han sido víctimas de dichas acciones, Flor García cuenta desde la perfumería Dama que «eran ya las nueve menos cinco cuando se echaron directamente sobre el stand de cosmética más sofisticado de los que tenemos». Añade, además, que incluso siendo dos, es imposible pararlos». A su caso también se suma el del local TyT, al que han robado dos jerseys. Los responsables afectados directa o colateral mente por la situación consideran que «tiene que haber algo más efectivo que las denuncias que no llevan a ninguna parte».
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