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Mesa redonda celebrada ayer, con Feito a la derecha. OMAR ANTUÑA
«La creación del Luisa de Marillac fue importante para Miranda»

«La creación del Luisa de Marillac fue importante para Miranda»

José Manuel Feito glosa la historia del colegio durante en la celebración de su 125 aniversario

E. FANJUL

Domingo, 24 de febrero 2019, 08:19

José Manuel Feito, párroco de Miranda y escritor, fue uno de los ponentes que ayer participaron en los actos conmemorativos del 125 aniversario del colegio Luisa de Marillac, en una jornada en la que no faltó la eucaristía, un concierto y un pinchoteo. El centro se fundó el 19 de septiembre de 1894, con el nombre de Santo Ángel de la Guarda de Miranda, por expreso encargo de Sergio Suárez Álvarez-Baragaña, un adinerado vecino de Avilés sin herederos.

«El fundador compró en el barrio de Santa Ana una casita que llevaba el número 1, propiedad de una señora apodada 'La Santa' que fue su última heredera. La arreglaron un poco para que pudiera admitir gratuitamente a treinta niñas pobres, hijas del pueblo de Miranda», explicó José Manuel Feito, que recoge la historia de este colegio en uno de sus libros.

Cuatro Hijas de la Caridad se hicieron cargo del centro el 16 de noviembre de ese mismo año. Comenzó entonces una etapa difícil «sin ingresos, las monjas vivían prácticamente en la miseria y sin agua corriente, lo que provocó incluso que algunas enfermasen», explicó Feito. En un principio, y por estricto mandato del fundador, no se admitían alumnas 'de pago' «lo que trajo consigo algunos problemas con niñas procedentes del barrio de La Carriona, que eran consideradas como hijas de 'familias pudientes' y a las que no se les permitió acceder a esta escuela», comenta Feito.

Una de aquellas niñas a las que don Sergio no permitía el acceso al colegio porque su familia gozaba de cierto prestigio económico en la parroquia era Carmen Álvarez 'La Estanquera'. «Hace ya unos cuarenta años pude hablar con ella y me recitó unos versos de memoria que contaba la problemática del colegio», recuerda Feito. El poema lo había escrito un tal José Ávila y recogía un diálogo entre Dios y San Vicente en el que éste último pedía «Pues mire Señor, atienda: Hay que admitir 'las de pago' porque lo bueno se extienda». Unos versos que explican «cómo se resolvió la papeleta y se empezaron admitir a niñas de pago en el colegio», indica.

La segunda etapa del colegio María Luisa de Marillac se inicia en 1960 con la llegada de sor Teresa. «Fue muy importante porque en este momento se consigue que el Ayuntamiento dotase de agua corriente al colegio, de la que carecía hasta aquel momento», indica el párroco de Miranda.

La tercera etapa de la historia del centro comienza en el año 1965 «cuando solicitan al Ministerio de Educación que se declare al colegio Filial del Instituto Femenino de Avilés, reconocimiento que llega en octubre 1968», apunta Feito.

José Manuel Feito también destaca la trascendencia religiosa que la creación del colegio tuvo en la comunidad de Miranda. «Salieron monjas importantes de Miranda como sor Elvira García, sor Amparo Gutiérrez Campa, o las hermanas Aura y Francisca, que eran hijas del director de la Banda de Avilés».

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