«La costera del bonito se cierra justo en el mejor momento de la pesquería»

El primero de los patrones lamentaba ayer este cierre de la pesquería. Se produce unos días más tarde que el año pasado, pero esto no es consuelo para los pescadores, que ven como se quedan en la mar las mejores piezas porque, según indicó, «la última marea ha sido la mejor, solo en un día pescamos quinientos bonitos, pero nos comunicaron que teníamos que volver a tierra, que se cerraba la costera, y eso hicimos», decía con resignación Fidel Álvarez Garaot.

La Dirección General de Ordenación Pesquera publicó el 22 de agosto una resolución en la que decretaba el fin de la pesquería del atún blanco del norte (thunnus alalunga) a partir de las 00.00 horas del día 27. De esta forma, los buques con pabellón español no podían llevar a cabo la capturas de esta especie a partir de ese momento, pudiendo solo desembarcarse las cantidades apresadas y declaradas antes de esa fecha, para lo que disponían de un máximo de 48 horas. Sin embargo, las embarcaciones de los hermanos Álvarez Garaot no pudieron llegar a tiempo a la subasta del viernes pasado, por lo que tuvieron que esperar a la de hoy para vender la séptima de las mareas que traían a tierra desde que el pasado 30 de mayo atracaran en los muelles avilesinos con la primera del Cantábrico conseguida junto a otro pesquero vasco. Fueron 6.971 kilos, que se vendieron a un precio récord de 330 euros el kilo para el supermercado Alimerka.

La cuota para este año del bonito del norte estaba establecida en 16.620 toneladas. Las lonjas de Hondarribia, Getaria, Ondarroa, Bermeo, Santoña, Colindres, Gijón, Avilés y Burela concentran la práctica totalidad de las toneladas descargadas costera tras costera. En la lonja avilesina se subastaron el pasado mes de junio 166.163 kilos y en julio 874.197 kilos, experimentando un aumento importante sobre las cifras del año anterior, solo en julio fue de casi 200.000 kilos y en junio de algo más de 80.000 kilos.

Los pescadores plantean fórmulas para que la pesquería pueda extenderse hasta septiembre, como venía sucediendo hasta hace dos años. La principal, y basándose en los datos científicos sobre el estado de la especie, es el aumento de la cuota, a la que unen un mayor control de las pesquerías no artesanales. Lo que no se ve con buenos ojos en el sector en Asturias es seguir la misma fórmula que en la pesquería de la xarda, con el reparto de cuotas por comunidades, algo que defienden los vascos porque se han visto beneficiados con mayores cuotas por unos supuestos derechos históricos.

De momento, la pesquería del bonito se abre y se cierra para todos al mismo tiempo, por eso desde el minuto uno se convierte en una 'carrera' y los barcos entran a puerto y salen prácticamente en el momento en que termina la subasta para una nueva marea.

Los patrones del 'Esmeralda Tercero' y el 'Berriz Amatxo' consiguieron hacer siete mareas este año, pero ahora afrontan un otoño complicado. Sin cuota prácticamente de ninguna pesquería, han tenido que adoptar la dolorosa decisión de dejar uno de sus barcos en puerto, en paro. El otro se dedicará al palangre para capturar especies no sujetas a cuota.