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J. F. GALÁN
AVILÉS.
Martes, 1 de agosto 2017, 02:01
El concurso público que anuncia la sociedad mixta Sogepsa para vender todos sus activos en suelo residencial y parte del destinado a equipamientos y uso terciario no termina de convencer a los promotores avilesinos. La sociedad cifra en algo más de 84.000 metros cuadrados las parcelas disponibles en diez promociones diferentes, una de ellas en Avilés. Es la de La Magdalena, una urbanización iniciada hace diez años en la que se ha construido menos de la mitad de las 1.200 viviendas anunciadas. Quedan pendientes de edificar 19.000 metros cuadrados propiedad de Sogepsa a excepción de una parcela adquirida por Ruasa, Rehabilitaciones Urbanas Avilés, sociedad de capital íntegramente municipal.
La gran mayoría del suelo disponible en La Magdalena se reserva para vivienda de protección, modalidad que a día de hoy tiene escasa salida al mercado dadas las numerosas restricciones que impone a los compradores, la casi total ausencia de subvenciones y su precio, en muchos casos equiparable al de la vivienda libre. En concreto, quedan pendientes de construir 742 viviendas, 670 de ellas de protección oficial y 72 libres.
«La de protección oficial no interesa. No se vende, y por tanto no se construye», resume un promotor que, como el resto de sus colegas con intereses en La Magdalena, reclama que se concedan ayudas o que se pueda edificar vivienda libre, extremo que precisaría un nuevo convenio al tratarse de suelo expropiado. «Por mucho que baje el precio Sogepsa no veo que a corto o medio plazo alguien vaya a aventurarse a construir vivienda protegida en La Magdalena, salvo que se recuperen las subvenciones y éstas sean realmente atractivas, no simbólicas, como ahora.», subraya. Según el concurso abierto por Sogepsa, la repercusión del suelo oscilaría entre 27.000 y 30.000 euros por piso.
El precio de la vivienda protegida es concertado, 1.570 metros el metro cuadrado. Según las cuentas expuestas por los promotores que ayer consultó LA VOZ, «si se suma el 10% de impuesto y los gastos de notaría y registro, un piso de unos setenta metros cuadrados sale a 2.100-2.200 euros el metro, y por ese precio, incluso por menos, hay vivienda libre en el mercado, que resulta mucho más atractiva para el comprador. Sobre todo la de segunda mano».
La clave está en las condiciones a las que está sujeta la de protección. No se pueden alquilar ni vender hasta décadas después de su adquisición, y únicamente pueden acceder a ella quienes acrediten ingresos que no superen en cinco veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, el IPREM, establecido en 537,84 euros mensuales. Por tanto, comprar hoy en día un vivienda de protección oficial aconseja vivir en ella durante décadas, compromiso que, dada la situación económica, pocos están dispuestos a adquirir.
«Requiere un empleo estable, porque si te tienes que ir a trabajar fuera, ¿qué haces con el piso? No lo puedes vender ni alquilar, y lógicamente tienes que seguir pagándolo pese a que te vayas a vivir a otro sitio», explica uno de los promotores. Además, añade, «los bancos también se lo piensan mucho antes de conceder una hipoteca para un piso de protección oficial, porque en caso de impago nadie los quiere. Tampoco se pueden comprar como inversión. Entonces ¿quién se va a meter en un piso que puede convertirse en un pesado lastre del que no te puedes desprender? Es una aberración. Si concedieran ayudas todavía podría resultar atractivo, pero no las hay».
A día de hoy solo hay dos edificios en construcción en Avilés, uno en El Quirinal, vivienda libre, y otro en Las Meanas, 61 pisos de protección en el marco del convenio conocido como 'de la manzana de Los Chaplin', los multicines, ya demolidos, que existían en su entorno.
Pese a su céntrica ubicación, al tratarse de pisos de protección el precio es de 1.570 euros el metro cuadrado, el mismo que en La Magdalena. «En Las Meanas sí puede resultar interesante, pero en La Magdalena, no. Es una pena. La zona ya está urbanizada. Si permitiesen vivienda libre se estaría edificando, pero salvo que se recuperen las ayudas va pasar un tiempo antes de que se vuelva a construir allí», reiteran los promotores, que tampoco vislumbran que proyectos como los de Gaxín o La Lleda puedan llegar a desarrollarse a causa de los costes de urbanización. La de La Magdalena ascendió a 11,9 millones de euros.
Los 19.000 metros cuadrados que Sogepsa quiere sacar a concurso público se distribuyen en quince solares, doce de ellos reservados a vivienda de protección oficial. Los tres en los que se permite vivienda libre se ubican en La Grandiella, y en cada uno de ellos se podrían construir veinticuatro viviendas. Según las estadísticas del Ministerio de Fomento, en el primer trimestre del año se vendieron en Avilés 169 viviendas, de las cuales 133 eran de segunda mano. En el primer trimestre de 2005 fueron 439.
Al margen de los dos edificios referidos, Rubín Desarrollos Urbanos anuncia que próximamente comenzará a edificar el cuarto de los cinco que se proyectan en la calle Esther Carreño, 34 viviendas distribuidas en ocho alturas más ático y 36 plazas de garaje. La promoción se enmarca en el referido convenio de 'Los Chaplin'. En cuanto a la urbanización, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para completarla de forma subsidiaria y prolongar la calle hasta Juan Ochoa, que por tanto quedará unida con Francisco Orejas Sierra. Con un presupuesto de licitación de 384.789 euros más el impuesto, 465.595 en total, y pendiente de adjudicación, las obras se ejecutarán con cargo a los avales depositados en su día por los promotores, que no llegaron a un acuerdo.
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