Comienza la instalación de las luces de Navidad en Avilés

Con un presupuesto global que supera los 60.000 euros, entre arcos lumínicos, instalación y consumo de energía, la propuesta elaborada por la Ucayc permanece aún a la espera de contar con el visto bueno de las asociaciones vecinales y del propio Ayuntamiento. «En principio, la idea es iluminar donde se hizo el año pasado, aumentando a zonas en las que no se hizo en fiestas anteriores», expone José Antonio Álvarez, gerente de la Ucayc.

La previsión con la que la juega la entidad es que, en los próximos días, se haga pública la circular que arranca la campaña, y los equipos comerciales de la entidad inicien las consultas a responsables de negocios y vecinos de las zonas integradas en el proyecto. No obstante, por el momento sí hay un barrio periférico que, efectivamente, dispondrá de iluminación navideña a partir de diciembre: Versalles.

«Contamos con el permiso de la asociación de vecinos, y lo mismo queremos obtener en las demás zonas que barajamos», reconoce Álvarez, reacio todavía a desvelar los nombres de esos barrios que, en caso de contar con luz verde, se beneficiarían de la ampliación. Por el momento, en los próximos dos meses, la fase de consultas pretende conseguir los mayores apoyos posibles, pues «la única forma de asumir el coste es la colaboración público-privada. El Consistorio sufraga el consumo de electricidad y parte de los equipos luminosos, y otra parte la asumen la mayoría de los industriales de cada zona».

Y es que la inversión prevista incluye, amén de su ampliación geográfica, la total renovación de los dispositivos de iluminación que decorarán las calles del municipio. Los arcos lumínicos utilizados hasta ahora, muchos de ellos ya obsoletos y poco eficientes, se reemplazarán por dispositivos led y flash, ambientalmente sostenibles. «Es un proyecto muy bonito, y confiamos en que en la primera semana de diciembre, si no antes, todas las luces ya estén encendidas», sentencia Álvarez.

Con este paso, la Ucayc aspira a asfaltar, en la medida de lo posible, el camino hacia una Navidad que los sectores hostelero y comercial aguardan con impaciencia, ansiosos por comprobar la respuesta de la clientela y su traducción en beneficios económicos. «Lo estamos esperando como agua de mayo. Estamos en una situación muy complicada para el comercio urbano, y el consumo está ralentizado. Tuvimos un buen verano, pero el otoño se presenta incierto».

Es precisamente esa buena respuesta obtenida en los meses estivales, especialmente durante la época de rebajas, la que mantiene al alza la esperanza de los integrantes de la Unión de Comerciantes. Tal como recuerda su gerente, «terminado el confinamiento, el público respondió muy bien. Creo que ha servido de enseñanza para valorar el efecto positivo que el comercio y la hostelería locales tienen en la vida de cada uno».

A la espera del momento de pulsar el interruptor, desde Ucayc sueñan con un escenario similar al de la desescalada, cuando «las calles y las tiendas, que habían aparecido vacías y desoladoras, volvieron a llenarse. Confiamos en se repita en diciembre».