Un grupo de amigos celebra su paricular Comida en la Calle en una terraza de la calle Galiana. Marieta

La Comida en la Calle de Avilés se traslada a las terrazas de los bares y deja vacío el parque de Ferrera

Los establecimientos hosteleros de la ciudad han aprovechado el buen tiempo para dejar que la gente coma en sus mesas en grupos reducidos. La prohibición de comer en espacios públicos se cumplió con rigor

a. l. jambrina

Avilés

Lunes, 5 de abril 2021, 17:20

No hubo concurso de fabada en la plaza de España, tampoco hubo gente disfrutando del buen tiempo en el parque de Ferrara y, sobre todo, nada de mesas kilométricas ocupando las calles del centro. Por segundo año consecutivo la pandemia del coronavirus impidió que Avilés ... celebrase su famosa Comida en la Calle, pero al menos en esta ocasión los avilesinos no tuvieron que pasar el día confinados en sus casas como hace un año. Hizo sol y calor durante buena parte de la mañana y las terrazas de los bares fueron la alternativa para disfrutar en familia o con los amigos de una pequeña comida al aire libre en grupos reducidos.

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El epicentro de la fiesta fue la calle Galiana, en la que la mayoría de los establecimientos de hostelería decidieron reservar las mesas de sus terrazas para que la gente pudiese comer en ella, echándole un poco de imaginación para rememorar la 'folixa' de otros años. «Es una alternativa que hemos llevado a cabo para que la gente pueda disfrutar, pero sin aglomeraciones porque de nada nos sirve que haya muchísimo ambiente hoy y que la semana que viene nos vuelvan a cerrar por que haya un rebrote de contagios», asumía esta mañana Carlos Gutiérrez, dueño del bar La Garnacha de Galiana.

En toda su calle, como en el Carbayedo, Sabugo o la plaza de España, se notó ambiente festivo, pero nada que ver con lo que los avilesinos vivían en la Comida en la Calle cuando no había ningún virus que impidiese celebrar por todo lo grande una de las fiestas más importantes de la región. En cambio, el parque de Ferrera que suele ser el epicentro de la fiesta, estuvo completamente vacío. Prácticamente nadie se arriesgó a poner su toalla en el prao y sacar la empanada. Es cierto que la Policía Local estuvo realizando controles en todos los accesos al parque para que nadie introdujese alcohol o envases de cristal de ningún tipo.

La Plaza, sin terrazas y llena de gente

Donde sí hubo mucho ambiente fue en la plaza de los Hermanos Orbón. Al no celebrare la Comida en la Calle el Ayuntamiento permitió por primera vez en años que el mercado de los lunes se celebrase el Lunes de Pascua y los vendedores lo agradecieron. La otra cara de la moneda fueron los hosteleros de la plaza, que al no poder poner terrazas durante toda la mañana muchos decidieron no abrir hasta después de la hora de comer.

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