El cierre de Sekurit sumará la destrucción de 110 empleos de su industria auxiliar

Cada empresa auxiliar deberá negociar con sus trabajadores el cese de actividad o reubicación en función de sus características. En Sekurit, Saint-Gobain cuenta actualmente con entre cinco y seis empresas auxiliares para diferentes funciones.

Una vez que la dirección de la cristalera cierre con el comité de empresa el expediente de regulación de empleo, comunicará a las diferentes contratas la fecha exacta del cese de actividad. A partir de ahí, se aplicará lo recogido en los diferentes contratos.

En todo caso, las consecuencias negativas en cada una de las contratas deberá ser asumido por las empresas del sector auxiliar en solitario. La multinacional no contempla ningún tipo de fondo para ayudar a estas empresas.

La dificultad para fijar una fecha para el cierre se debe a la estrategia fijada por Saint-Gobain para abordarse este proceso. Aunque el pasado lunes se comunicó la decisión, no se convocó formalmente a los sindicatos para iniciar las negociaciones.

Esto se debe a que el plazo legal para alcanzar un acuerdo es de treinta días. Tras él, se eleva la propuesta de expedientes de rescisión a las autoridades con acuerdo y sin acuerdo. Habida cuenta que Saint-Gobain justificará la medida en las pérdidas de los años 2021, 2022 y 2023, todo apunta a que el despido colectivo saldrá adelante.

En este contexto, la tradición de la compañía viene siendo lograr el máximo acuerdo posible al abordar procesos de estas características. De hecho, en la planta de Avilés hay varios casos de trabajadores recolocados tras diferentes cierres en España y también Portugal.

De ahí que la dirección planteó al comité de empresa la posibilidad de abordar unas conversaciones previas para ir desbrozando el camino. No formarían parte del proceso oficial, pero sí deberían ayudar a facilitar el acuerdo. La idea aportada es reservar una semana para ese proceso.

De ahí que la dirección de Saint-Gobain espere a la respuesta del comité de empresa para ir definiendo el calendario, respetando los plazos legales. Es un proceso en el que la dirección ya ha trasladado que habrá cierta flexibilidad por su parte.

Es decir, que si los sindicatos consideran que no es necesario ese periodo previo, se emplazarían directamente a negociar. Y se plantea un periodo ligeramente superior, tampoco habría ningún problema. En todo caso, la idea es comenzar las negociaciones de manera formal a mediados de abril. A partir de ahí, se cerraría el acuerdo en mayo para ejecutar el cese de la actividad a finales de ese mes o a lo largo de junio.

La esperanza de todas las partes es lograr reducir al máximo el número de despidos. Se asume que habrá recolocaciones y oferta de traslados fuera de Avilés a otras empresas del grupo en España. La edad media de la plantilla hace que el número de posibles jubilaciones sea pequeño. En la reunión de anuncio del cierre, la dirección de Saint-Gobain también la planteó la posibilidad de contratar una consultora para impulsar la recolocación de los trabajadores en otras compañías.

A partir de ahí, Saint-Gobain iniciaría una nueva etapa en Avilés, donde hace 75 años levantaba en La Maruca la fábrica que actualmente ocupa.

En ese futuro, su estructura pasará de contar tres divisiones como en la actualidad a dos: la de Glass, centrada en la construcción, con 250 puestos de trabajo directos, y el centro de investigación (AR&DC, por sus siglas en inglés), que centrará sus trabajos en el sector de la construcción, servicio de asistencia técnica y la economía circular.