Brindis por turnos

La tan esperada Nochebuena al fin, ha llegado, y, pese al escenario presente, radicalmente distinto del de años anteriores, durante las horas finales de este jueves se sucederán en cientos de hogares los reencuentros, las celebraciones y el intercambio de obsequios. Sin embargo, para que esta feliz noche pueda desarrollarse sin contratiempos, decenas de profesionales de diversos sectores se mantendrán de guardia hasta mañana, velando por el bienestar de todos los demás. Un variado colectivo que, esta noche, brindará desde sus puestos de trabajo.

«Ya llevo ocho o diez Nochebuenas de guardia. Tras tanto tiempo, te acostumbras, y tu familia también», admite Jovino Méndez, inspector de la Policía Local de Avilés al mando del turno nocturno. Con más de tres décadas de experiencia a sus espaldas, la de hoy es para él rutina conocida. «Tenemos la ventaja de que entraremos a las once, así que, aunque más temprano, podremos cenar en casa. Y haremos un pequeño picoteo en la comisaría, aunque, si ocurre algo, habrá que dejarlo a medias».

El equipo que lidera, formado por una decena de agentes, será el responsable de velar esta noche por el cumplimiento de la ley en la ciudad. «Esperamos una noche parecida a la de cualquier festivo desde que empezó la pandemia: muchísima calma en la vía, pero problemas en domicilios, aunque nunca se sabe», reconoce. Por ello, a pocas horas de comenzar su labor, apela «a la responsabilidad ciudadana para evitar, y evitarnos, males mayores».

También de patrulla y uniformada es la labor que desempeña el destacamento de cinco agentes de la Policía Portuaria que comanda su jefe de equipo, José Antonio González. Para ellos, que protegen las instalaciones del Puerto de Avilés, «las noches se hacen pesadas por la inactividad, y esta no será muy diferente; traeremos un pinchoteo, unos polvorones, para amenizarla». Y reconoce que «lo que más echo de menos es la 'tardebuena', que es como llamo a compartir esas horas previas a la gran noche con los compañeros».

Como la de González, la del capitán Gerardo Llana es una actividad ligada a la mar, aunque de forma más estrecha. Con diecisiete años de experiencia náutica a su espalda, esta noche él, su jefe de máquinas y un marinero la pasarán a bordo del remolcador de altura 'Hércules Tercero', amarrado en la dársena de San Agustín y presto a zarpar en caso de necesidad. «Antes de la covid, a veces venían a verte los familiares, o te traían detalles, pero ahora... Es complicado», reconoce. Su dotación y él llevan ya varias jornadas «listos para lo que sea: remolques, rescates, contraincendios... Aunque en Nochebuena no suele haber mucha actividad. Espero que podamos brindar... Eso sí, sin alcohol».

En materia de incendios es especialista el bombero Celestino Blanco, integrante del equipo de respuesta que permanecerá de guardia estas 24 horas en ArcelorMittal. Siempre alerta para atajar cualquier posible emergencia que surja en la factoría, «todos somos veteranos, y sabemos lo que hay; este es un oficio que se lleva en la sangre». Y, como hombre casado y padre de una hija que es, no niega que «fastidia un poco por ser una fecha especial, claro, pero ya estaremos con los nuestros en Navidad».

Con todo, si hay un colectivo que hoy está en la mente de la inmensa mayoría de los avilesinos, ese es de los sanitarios, con independencia de la especialidad en la que se encuadren. Y a ese colectivo pertenece Inés Couso, auxiliar de enfermería en el Hospital San Agustín, quien hoy vivirá su primera Nochebuena de servicio nocturno. «No sé lo que voy a encontrarme, pero formamos un buen equipo. Estamos todos muy unidos, así que creo que, dadas las circunstancias, lo pasaremos estupendamente».

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