El borrador de la ordenanza de terrazas de Avilés incorpora modificaciones para agilizar las tramitaciones

En este sentido, la normativa estatal fija que las terrazas hosteleras deben estar separadas al menos 1,8 metros de las fachadas, y no pegadas a ellas como venía siendo frecuente hasta el mes de mayo, cuando se reorganizó el espacio debido a las nuevas necesidades generadas por la pandemia y, en la mayor parte de los casos ya se aplicó esta máxima. La medida no era del agrado de muchos hosteleros, sobre todo porque hace inútiles los toldos que tienen ya instalados, pero es un imperativo legal y una de las principales exigencias de las asociaciones de personas con discapacidad.

Así, entre las propuestas presentadas por la Asociación de Discapacitados de Avilés y Comarca (Difac), se pedía que esos itinerarios se creasen en las aceras, y no en calles adoquinadas, y que en los casos en los que los hosteleros quisiesen llevar electricidad hasta las terrazas, se hiciera mediante sistemas que permitieran el cableado por aire, en lugar de hacerlo por el suelo causando elevaciones que dificultarían el paso de personas con problemas de movilidad.

Otro apartado de las modificaciones que se han incluido en esta parte del proceso tiene que ver con la definición de las condiciones técnicas y estéticas de las terrazas que se ubiquen de forma permanente en plazas de aparcamiento, una posibilidad que se está entrenando ahora y que en el borrador se plantea como definitiva, Los hosteleros que no puedan colocar su terraza respetando los 1,8 metros con la fachada, podrán ocupar plazas de aparcamiento de manera definitiva, pero deberán hacer una importante adaptación. Para ello deberán colocar una tarima que eleve la terraza por encima del nivel de la calzada y la iguale con la acera, instalando además mamparas de protección que aíslen a los clientes del tráfico. Ahora se trata de definir las condiciones técnicas y estéticas de estas instalaciones, como la altura que deberán tener las mamparas o las sombrillas que se coloquen.

Esta es una primera revisión del texto tras el proceso de participación ciudadana. El martes se debatirá el borrador en comisión con los grupos políticos, que a partir de ahí podrán presentar enmiendas, y de ahí saldrá el documento que se llevará para su debate y aprobación en el Pleno, que tampoco será el definitivo, porque después de su aprobación inicial deberá pasar por un periodo de alegaciones antes de su aprobación definitiva y su posterior entrada en vigor, lo que no sucederá todavía hasta dentro de unos meses.

Lo que no tiene vuelta atrás es la necesidad de distanciar las sillas y mesas de las fachadas y la apuesta decidida del gobierno local por ir ganando progresivamente espacio en la ciudad para el peatón, algo que ya formaba parte de la agenda municipal, pero que se ha acelerado ahora debido a la necesidad de mantener distancias interpersonales. Lo que se deriva de ahí es que, probablemente de cara al próximo año veamos un paisaje urbano diferente al que estábamos acostumbrados hasta hace poco, aunque similar al actual, con terrazas más ordenadas y con unas normas estéticas más armonizadas, en las que las sombrillas con publicidad, salvo la propia del establecimiento, quedarán prohibidas.

Y quedarán restringidos también los horarios. Las terrazas deberán cerrarse a las once en invierno y a la una y media en verano, horarios que se ampliarán viernes, sábados y vísperas de festivos a la una y a las dos respectivamente.