El bollo de Avilés, el día de Pascua y también en Ramos

Tanto es así, que los trabajadores del sector coinciden este año en haberse visto sorprendidos por una tendencia que se adelanta en fechas y ya no espera más allá del domingo de Ramos para degustar los dulces más típicos. «Esta suele ser una temporada buena y está claro que son días señalados, sobre todo en Avilés, pero nos sorprende que esta vez la venta se anticipó mucho».

Desde la confitería Polledo, María García explicaba apenas sin tiempo entre cliente y cliente cómo el valor que los avilesinos otorgan a las costumbres no los exime de acortar los tiempos y empezar a disfrutar días antes de lo previsto, mostrando además entre sus innovaciones la incorporación de una pieza de hojaldre al clásico mantecado.

«Lo típico era que los padrinos, que ya recibieron la palma el día de Ramos, esperar al día de Pascua para dar el bollo a los ahijados», coincidía Adrián Menéndez, sucesor de su padre y encargado ahora de la confitería Grao, en Santa Apolonia, que no pudo evitar sonreír al explicar que «ahora parece que la gusa pega fuerte y mucha gente lo hace el intercambio el mismo día, no espera».

De hecho, «hace dos semanas» que Menéndez que puso a funcionar su obrador para poder atender a las reservas que, en esta ocasión, no solo apostaron por el clásico dulce a base de huevo, harina, mantequilla y azúcar, sino que hicieron del chocolate un verdadero protagonista: «Tengo el escaparate como un museo, ya no me queda sitio para exponer más modelos con figuras diferentes», cuenta Menéndez, que ha tenido que habilitar para ello un nuevo almacén y asegura que «entre los niños están arrasando las piezas de chocolate dedicadas a Mario Bros y a Baby Yoda».

Pero como el chocolate no es solo cosa de niños, desde La Casería explica Rosa García los últimos diseños que han pensado como «alternativas para los chavales jóvenes, entre 14 y 16 años por ejemplo». Patinetes eléctricos, guiños a Tik Tok y zapatos de tacón a los que se suman galletas especiales con frases para los 'Los mejores padrinos del mundo' y, cómo no, a las reconocidas marañuelas, que continúan acumulando éxito entre los avilesinos y sobre las que Ludivina Suárez, desde la confitería Aimar, en La Luz, y Marco Martínez, desde Valentín, en Versalles, también llamaron la atención.

Novedad menos grata es la subida de precios en los ingredientes que no ha dejado alternativa en la confiterías. El bollo se vende ahora a entre 28 y 30 euros el kilo aunque, en días tan señalados para la villa, esto pasa a un segundo plano.