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YOLANDA DE LUIS
AVILÉS.
Domingo, 29 de diciembre 2019, 01:37
Sepides, la Sociedad estatal dependiente de la SEPI, recibe este martes las 'llaves' de las baterías de cok, veintidós años después de que el Gobierno de José María Aznar vendiese Ensidesa, entonces ya la Corporación Siderúrgica Integral (CSI), a la luxemburguesa Arbed. Desde el verano de 1997 las baterías de cok pasaron a ser gestionadas por manos privadas, pero mediante alquiler, ya que el Estado siempre mantuvo su propiedad.
Primero fue Aceralia quien las explotó y cuando en 2001 Arbed y Usinor se fusionan para crear la mayor empresa siderúrgica europea pasó a ser Arcelor la nueva gestora. Finalmente, en 2006, cuando Mittal se hace con esta última, ha gestionado la producción del cok avilesino hasta el cese de la actividad de las obsoletas baterías.
El acuerdo que ponía fin a 63 años de producción de cok en Avilés data ya de la última renovación del contrato de alquiler en el año 2007. En él ya se decía que en 2017, con dos años de prórroga, debería finalizar la actividad. Aunque el Plan de Competitividad de la Siderurgia firmado en 1992 fue el que inició el camino para ese cierre, ya que contemplaba la construcción de las nuevas baterías de Gijón junto al horno alto para sustituir a las avilesinas. Y así ha sido.
ArcelorMittal inició el pasado mes de septiembre el cierre programado de las instalaciones y las seis de la tarde del pasado día 1 de noviembre fue el momento en el que el único horno que quedaba ya en activo en la batería cuatro producía el último cok hecho en Avilés. Antes, durante un mes, se fueron vaciando los hornos de las ocho baterías -cada una tenía cuarenta- para luego dar paso al enfriado y paralelamente se llevaron a cabo los trabajos para la anulación de todos los elementos que componen las baterías y también de las instalaciones complementarias como la planta de benzol o la de tratamiento de aguas amoniacales, que ahora explotará Química de Nalón con nuevas conducciones.
La multinacional siderúrgica ha continuado durante los meses de noviembre y diciembre realizando trabajos. Los últimos han sido los del cambio del sistema eléctrico, para que todo esté listo para que Sepides entre en la instalación este martes de forma segura.
Por su parte, la sociedad estatal ha ido contratando en este último trimestre del año todos los aspectos de intendencia necesarios para poder hacerse cargo de las instalaciones. El principal, cuando todavía no se ha presentado el plan definitivo para la demolición, es el de seguridad del recinto con el refuerzo del cierre perimetral y la contratación de la compañía de seguridad que lo vigilará.
Entre las últimas contrataciones efectuadas también está la empresa que se va a encargar de coordinar la seguridad de todos los procesos que van a comenzar en estos 350.000 metros cuadrados de suelo que se pretenden sumar al Parque Empresarial Principado de Asturias. Novotec Consultores se encargará de elaborar y ejecutar el plan de autoprotección y prevención de riesgos laborales que se aplicará durante todo el proceso de desmantelamiento y urbanización.
El objetivo de Sepides es poner en valor estos suelos para la llegada de nuevas empresas. El concejal de Promoción Económica, Manuel Campa, anunció en el último Pleno celebrado este mes que la sociedad estatal tiene previsto presentar su plan de intervención a la Corporación y agentes sociales y económicos el próximo día 15 de enero.
El plan director que ya presentó la entidad en julio al Ayuntamiento avanzaba algunas de las líneas maestras, que ahora se concretarán. Se prevé delimitar 230.000 metros cuadrados que se destinarán a parcelas para nuevas actividades empresariales, 80.000 metros cuadrados de viales y 40.000 de zona verdes y equipamientos.
No obstante, para llevar a cabo esta ordenación, Sepides tendrá que tramitar una modificación del PGOU, ya que en el tramitado en el año 1999 que dio pie a la construcción del PEPA se planteaba destinar estos suelos a usos terciarios y residenciales, no industriales.
No obstante, ese documento ya marcaba los plazos que no se han cumplido dada la prolongación de la actividad de baterías. Se decía que en 2007 finalizaría la actividad, y que en el tiempo máximo de el proyecto se presentaría seis meses después del cierre o la demolición, para iniciar las obras de urbanización dos años después del cese de actividad y con un cronograma máximo de ejecución de cuatro años.
Ahora, a la espera de que Sepides concrete sus planes en la presentación que tiene previsto realizar a mediados de enero, se ha avanzado ya que en cuatro años puedan estar instalándose nuevas empresas en el que se ha denominado ya por el presidente de la entidad como PEPA2. De momento una ya ha confirmado su presencia y también anunciado una inversión millonaria en sus nuevos planes. Se trata de Química del Nalón, que se quedará con la depuradora de aguas amoniacales que ya venía utilizando previo pago a ArcelorMittal por ello, pero además creará nuevos centros de investigación y desarrollo en este suelo.
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