Carretera de acceso a las instalaciones de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva. LVA

AZSA impulsará una instalación para recuperación el calor que reducirá su huella de carbono

La previsión es que se ponga en marcha el próximo año y eliminará la emisión de 6000 toneladas de contaminantes

Redacción

Avilés

Domingo, 5 de enero 2025, 01:00

Asturiana de Zinc ya trabaja en nuevas inversiones para seguir reduciendo su huella de carbono y permitir que la producción alcance los compromisos de neutralidad climática fijados por la Unión Europea. Así, fuentes de la compañía han confirmado que se trabaja en una nueva ... instalación para la recuperación de calor en la fábrica de San Juan de Nieva.

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La nueva instalación no estará disponible hasta 2026. El equipo quiere aprovechar el calor generado en diferentes fases del proceso industrial para producir energía eléctrica. De esta manera, se podrían llegar a generar hasta 33 000 megawatios horas al año y reducir la huella de carbono de carbono en 6000 toneladas.

Dentro de su estrategia de sostenibilidad, los mayores esfuerzos de Asturiana de Zinc se centran en reducir las emisiones contaminantes vinculados al consumo energético que necesita.

Su desarrollo tecnológico le ha permitido reducir a mínimos los contaminantes vinculados a su actividad industrial como lo evidencian los registros de dióxido de azufre en la estación del antiguo Matadero. Por su cercanía a la instalación fabril, ese punto aporta los datos más exactos sobre las emisiones de AZSA. La evolución de los datos histórico refleja como los incrementos de producción, incluyendo récords históricos, no se traducen en un aumento similar de las emisiones de dióxido de azufre.

De ahí que la conclusión sea clara, ya que refleja el trabajo realizado por los técnicos de AZSA para reducir el impacto ambiental de su producción.

En esa situación, el mayor frente de batalla es la reducción de la huella de carbono en el consumo eléctrico. Anualmente, las instalaciones de San Juan de Nieva consumen dos millones de megawatios hora.

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Para reducir ese impacto ambiental la empresa ha establecido una estrategia doble. Por una parte, un aprovechamiento de sus instalaciones para generar energía verde. Como se sabe, la parte más avanzada es la planta de energía solar que se instalará sobre las antiguas balsas de residuos que deberá comenzar a construirse este año, una vez que se superen todos los trámites administrativos.

Sin embargo, este tipo de instalaciones ofrece dos problemas. Por un lado, la generación energética en los momentos de que no hay sol y de baja radiación. Por otro, la intensidad no es siempre la necesaria para la actividad industrial.

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Para superar estos problemas, la compañía inició en 2019 la compra de contratos de energía verde. En ellos, las empresas suministradoras certifican que se ha producido con fuentes renovables, reduciendo la huella de carbono.

Para este año, AZSA contará con tres contratos de energía verde en activo. De esta manera, una vez que este año comiencen a producir sus parques de energía solar, conseguirá que el 22% de la energía eléctrica de la fábrica sea generada desde fuentes renovables.

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Además, se beneficiará de las compensaciones aprobadas por el gobierno central para las compensaciones de emisiones de dióxido de carbono y que, para el conjunto de las industrias electrointensivas, alcanza 600 millones de euros.

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