El suelo de baterías reserva nueve de sus parcelas para la actividad industrial

Aún falta un informe preceptivo de la Demarcación de Costas, pero una vez que se han asumido las alegaciones de la Confederación Hidrográfica del Norte sobre prevención de inundaciones no debería presentar problemas. De esta manera, el expediente, cuya gestión comenzó hace cuatro años, ya se encuentra a punto de regresar al pleno municipal para su aprobación definitiva.

De ahí la satisfacción del gobierno municipal que, por boca de su concejal de Desarrollo Económico y Urbano, Manuel Campa, declaró que «estamos en la parte final, sólo pendiente del informe de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) para poder ir al pleno, además del informe de Costas que se encuentra muy avanzado, por lo que nos dicen».

Campa destacó que ahora el gobierno puede avanzar gestiones en la CUOTA para llegar a la aprobación definitiva que permitirá que Sepides pueda registrar las parcelas en el catastro y, de esa manera, comenzar la comercialización. Ese paso debería darse en el primer trimestre del próximo año.

La modificación aprobada ratifica la vocación de suelo industrial de ese espacio que se unirá de una manera natural al PEPA aprovechando la prolongación lógica de los viales existentes para comunicar con las nuevas zonas.

Se reservan dos espacios para zonas verdes, situándose en los límites del polígono con la red ferroviaria de ArcelorMittal. De esta manera, se crea una barrera natural para separar la actividad industrial del poblado de El Cruce, lo que también sirve para amortiguar el impacto visual.

El suelo del gasómetro y la parcela anexa se califican como equipamiento público. Como se recordará, el Ayuntamiento de Avilés ha iniciado un concurso de ideas con la colaboración del Colegio de Arquitectos de Asturias para definir el uso futuro de ese antiguo espacio industrial.

Además del suelo que ocupará Deganta y las parcelas para Química del Nalón, se mantienen infraestructuras existentes de saneamiento que se transfieren a Cadasa como consorcio encargado de la gestión del ciclo del agua en la región.

En total, se reservan nueve parcelas para actividades industriales. Una como gran industria, dos como actividades urbanas productivas, cuatro para mediana industria y dos para actividades logísticas y pymes.

Esto alude a la superficie, no al número de empresas concretas que se puedan ubicar. De hecho, la modificación recoge que en el futuro, el diseño del suelo buscará responder de la mejor manera posible las necesidades de las empresas que se quieran ubicar en el polígono.