Rebajas en Avilés: un primer día tranquilo y con más cambios que compras de ofertas

«La mayoría fueron cambios», apuntaban desde la Asociación de Comerciantes de Avilés y Empresarios de Avilés (ACEA). Hubo compras, pero nada de colas o largas esperas. «Es un hecho que la gente se marcha a comprar a Oviedo y a Parque Principado, principalmente, y también a Gijón», apuntaban. Y eso porque la sensación es que en Avilés no hay suficiente comercio como para satisfacer las necesidades de los habitantes. En realidad es una pescadilla que se muerde la cola: no se compra en el pequeño comercio porque se hace por internet, pero luego hay quejas porque no hay suficiente oferta. ¿Quién va a apostar por abrir un negocio si sabe de antemano que internet le va a ganar la partida? Esa es la pregunta retórica que se hacen todos los que todavía viven de este sector, pero que si se la hiciera el vecino y potencial comprador quizás podría cambiar algo. Mientras no cambie la mentalidad del consumidor, el comercio minorista seguirá cuesta abajo. «La gente va aguantando con pérdidas. No nos gusta estar todo el día llorando, pero lo cierto es que vemos el futuro muy negro», reconocen desde ACEA.

Es esta asociación comercial la que apunta que «son las grandes marcas textiles las que garantizan una continuidad de compra». Es decir, que antes «tú ibas a Zara a por unos pantalones y un jersey, pero los zapatos igual te los comprabas en otro establecimiento del entorno». Es un ejemplo, pero sirve para entender el efecto tractor que ejercen estos grandes grupos. Como El Corte Inglés. De hecho, voces autorizadas lamentaron ya años atrás el tremendo error de oponerse a que la superficie comercial se instalara en el centro urbano. El movimiento que habría generado, habría beneficiado a todo el tejido comercial.