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BORJA PINO
AVILÉS.
Martes, 1 de diciembre 2020, 01:54
El periplo de Mariluz Martínez Fernández como ocupante de una vivienda en el número 2 de la calle Andalucía, en La Carriona, está próximo a su fin. Tres años después de la llegada de la joven de 24 al inmueble, sin que mediase contrato alguno ni abono de una renta, el juzgado de primera instancia número uno de Avilés decretó el pasado 18 de noviembre el desalojo de la vivienda por un delito leve de usurpación, tras la denuncia presentada por la propiedad, una inmobiliaria madrileña. Esta semana expira el plazo para su ejecución.
Fue en 2017, tras varios años de penurias, que incluyeron etapas durmiendo a la intemperie, cuando Martínez recaló en el piso. Sus antiguos ocupantes, un grupo de hombres de nacionalidad rumana a punto de regresar a su país, le 'cedieron' el alojamiento, que carece de agua corriente y de suministro eléctrico. «Ya me he acostumbrado. Uso garrafas de agua para asearme, tengo un hornillo... Estuve años durmiendo en parques y carboneras, aunque tengo asma. Solo pido no quedarme sin techo».
La intervención judicial ha sido la respuesta tanto a la irregularidad de la situación de Martínez, como a la calificación de la vivienda como no habitable, al carecer de ambos suministros básicos. «Cuando llegué, nadie me dijo que tuviese que pagar un alquiler. En cuanto a la comunidad, llevo estos tres años preguntando a los vecinos cuál es el número de cuenta, para poder abonarla, pero nadie me lo ha querido decir», se defiende.
La de sus vecinos es una actitud que asegura no entender. «No me niego a pagar, pero no sé a quién, y nunca he dado problemas. Limpio el portal, saco a los perros de los demás, ayudo cuando hace falta...».
Ahora, en situación de desempleo desde el pasado viernes y sin una red familiar o social a la que pedir ayuda, Martínez augura un triste futuro tanto para ella como para su perra, Yuna. «Al no estar empadronada, Servicios Sociales no puede ayudarme; tampoco Cáritas, por la misma razón. Me quieren echar a la calle, no tengo a dónde ir y tengo mucho miedo, con todo lo que está pasando».
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