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Protesta de padres y docentes, este viernes, a las puertas de la escuela de 0 a 3 de Jardín de Cantos de Avilés. LVA
«Nos condenan a la precariedad», lamentan en la escuela 0 a 3 de Jardín de Cantos de Avilés

«Nos condenan a la precariedad», lamentan en la escuela 0 a 3 de Jardín de Cantos de Avilés

La comunidad escolar se concentra a las puertas del centro avilesino en protesta por el traslado a sus instalaciones del alumnado de primaria del Virgen de las Mareas

Viernes, 13 de diciembre 2024, 12:24

La buena convivencia y vecindad que aparentemente mantenían la Escuela de 0 a 3 años de Jardín de Cantos, el colegio público Virgen de las Mareas y el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Deporte ha saltado por los aires. El anuncio del traslado de la veintena de escolares de primaria del colegio a la escuelina no ha gustado a ninguno de los actores implicados. Mucho menos a los padres. Y la primera en sacar su descontento a la calle ha sido la comunidad escolar de la escuela de Jardín de Cantos que ayer, cacerola en mano, protestaron por una medida que, según la directora del centro infantil, «incumple la ley y nos condena a la precariedad». Se refiere al Real Decreto 27/2015 que recoge los requisitos de los centros que impartan el primer ciclo de educación infantil y se regula la organización y funcionamiento de las escuelas.

Denunció que, tras llegar en 2019 al centro, la única reunión oficial sobre el proyecto pionero de reagrupamiento del ciclo de 0 a 12 años que le transmitieron sus compañeras (en la educación pública, el primer ciclo de infantil de 0 a 3 años, que no es etapa de escolarización obligatoria, es independiente) tuvo lugar en 2022. Entonces le enseñaron unos planos y un proyecto que nunca más ha vuelto a ver.

A esta falta de información se une la decisión de llevarla a cabo en pleno curso escolar sin que se den las condiciones de espacio necesarias, siempre según las educadoras y los padres de los bebés que acuden a esta escuela dependiente de la consejería de Servicios Sociales del Principado de Asturias. El traslado de los aproximadamente 28 escolares del Virgen de las Mareas que van a clase (matriculados hay 50), obligará a los 53 niños de la escuela a pasar todo el día en un único aula, el mismo que también haría las veces de comedor y de estancia para la siesta.

La directora Trinidad Suárez Cano ha sido informada esta misma semana de una decisión que, según deducen ahora, se venía barruntando desde tiempo atrás. «Ahora nos explicamos por qué en 2022 nos quitaron diez plazas, ya estaban 'haciendo sitio' para lo que venía y que ahora se hace deprisa y corriendo», lamenta. Ahora entiende también la visita sorpresa y sin avisar que en fechas recientes realizaron al centro la consejera de Educación, Lydia Espina, la directora general de Centros, Cristina Blanco, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín y el director del colegio Virgen de las Mareas, José Ramón Núñez.

Les pareció que la escuela era lo suficientemente amplia como para acoger al alumnado del Virgen de las Mareas y dejar así el colegio para uso exclusivo del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Deporte, una promesa incumplida desde el mismo día en que nació con el nombre de Escuela del Deporte. «Esto es una decisión política y lo que han hecho es trasladar un problema que tenía ahí (los centros están al lado, comparten verja) y traerlo a una escuela que funciona conforme a los estándares de calidad», resume la directora englobando el sentir de toda la comunidad. «Esto mermará la calidad del servicio. Nos condenan a la precariedad», lamenta.

El comité de empresa de la consejería de Derechos Sociales y Bienestar, que también ha estuvo presente en la concentración, mostró su apoyo al centro e ironizó con decisiones como esta teniendo en cuenta que el «proyecto estrella de este gobierno en esta legislatura es el ciclo 0-3 y la creación de la Red de Escuelas Infantiles». «La consejería de Educación, una vez más, deja de lado las cuatro escuelas infantiles ya existentes dentro de la Administración Autonómica y prioriza solucionar una gestión cuestionable de las diversas carencias y problemas de sus propios centros», señalaron en un comunicado.

Entre los padres afectados por esta decisión, Eliana Castro puede hablar en representación de ambos centros porque tiene a una niña en al escuela y a dos hijos en el colegio. «Nosotros tampoco queremos este traslado porque nos quitan el colegio. Ya desde que compartimos el centro con el CFIP tenemos menos horas de patio, muchas fiestas tienen que ser más cortas, y tampoco podemos usar el polideportivo. ¿Cómo se va además a prestar el servicio de comedor y las extraescolares?», una inquietud que también expresan otros padres. «Si el colegio no se sostiene, que lo digan, pero que no hagan esto a la carrera porque era algo que estaba pensado para 2025», añade.

Como ella se manifiestan Consuelo Estrabiz, José Antonio Fandiño, Lisett Silva, Yarina Sánchez, Denise Portos o Ángeles López, entre muchos otros. Recuerdan que se está hablando de niños muy pequeños, que ya han tenido que pasar un periodo de adaptación y que con el cambio que se avecina tendrán que sufrir otro. Por no mencionar de nuevo todos los recortes de espacio.

Las entidades sociales del barrio, también disconformes con la mudanza de primaria

Jardín de Cantos es un barrio cohesionado y el colegio Virgen de las Mareas ha jugado un papel importante en una unión cuyos lazos van hasta el barrio del Nodo. Por eso ayer las asociaciones vecinales y representantes del centro escolar se reunieron para analizar una situación que solo satisface al CIFP del Deporte porque, por fin, ve materializada la promesa de tener un centro propio realizada en el mismo momento de su nacimiento.

Sergio Sanzo, presidente de la Asociación de Vecinos de Jardín de Cantos, instó a la consejería de Educación «a buscar un plan de viabilidad creíble y a dejarse a asesorar por los colectivos del entorno para encontrar la mejor solución posible».

En la misma línea, pero con el enfado añadido de estar afectados por la situación, las familias del colegio solicitaron una reunión con la consejera de Educación «para que nos escuche y ver soluciones que sean buenas para el colegio y no creen problemas para otros». Porque, al igual que la escuela de Jardín de Cantos de 0 a 3, a ellos tampoco les gusta un traslado a mitad de curso y sin los espacios garantizados.

«No sabemos exactamente dónde tendrían las clases ni el comedor ni otros sitios que necesitan y se quedarían sin gimnasio y sin el patio para el recreo», señalaron. «Nos parece el colmo que después de estar aguantando cuatro años en el mismo edificio con la Escuela del Deporte, perdiendo cada vez más espacio hasta estar desde hace dos cursos como un sandwich, metidos en un pasillo entre los pisos de arriba y abajo que ocupan los del deporte, y cruzándose nuestras hijas y nuestros todos con un montón de personas adultas, que ahora de repente se nos quiera sacar de nuestro colegio a la carrera, empeorando más las condiciones para nuestros hijos y además a costa del espacio de los bebés de la escuelina», plasmaron en un escrito.

El malestar es evidente y recuerda al que están experimentando también en el colegio Palacio Valdés, también por la apertura de la escuela de 0 a 3 a costa del segundo ciclo de infantil del centro. 

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