Manolo Taibo, la médica Raquel Suárez y los bomberos-rescatadores Rafael Viña e Íñigo Sánchez. MARIETA

«La información y la formación en la montaña es importante y se está olvidando»

Un equipo rescatador del 112 explicó al alumnado del CIFP del Deporte de Avilés las complicadas condiciones en las que desarrolla su trabajo

Miércoles, 11 de diciembre 2024, 07:54

El número de visitantes a las montañas experimentó en 2020 un aumento que cuatro años después se mantiene, el problema es que «cada vez hay más turista de montaña y no tanto montañeros o alpinistas» y esta «presión humana» ha traído consigo «un incremento ... muy grande en el número de rescates». La formación de cada uno de los miembros del grupo de rescates de Bomberos de Asturias garantiza una operación exitosa en caso de ponerse en marcha, pero lo suyo sería que este número de atenciones se redujera al mínimo porque la montaña no es parque de atracciones y conlleva muchos riesgos, de ahí que Rafael Viña, bombero-rescatador, advierta que «la información y la formación son importantes».

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«Son dos factores que se están olvidando (cuando se sale a la montaña). Infórmate, mira a ver dónde vas; qué necesidades hay, si es fácil o difícil; qué equipamiento te va a hacer falta; qué meteorología va a haber ese día; si es factible salir de los sitios con tus propias capacidades tanto técnicas como físicas,... y luego está la formación en cursillos de primeros auxilios, con grupos de montaña, con la Federación Asturiana de Montaña», resumió en un receso de la II Jornada de Seguridad en Montaña que, organizada por el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Deporte de Avilés, se desarrolló en la Casa de la Cultura.

Él es uno de los catorce miembros que forman este grupo especializado de Bomberos de Asturias, cuyo origen está en 1979 cuando el médico Pepe Suárez vio la necesidad de medicalizar este servicio y crear un grupo con rescatadores, médico, helicóptero y piloto. Estos orígenes se contaron en un vídeo en el que, con imágenes reales, se mostró la dificultad de trabajar en un entorno montañoso.

«El vuelo en montaña es complejo, no es despegar, llegar y ya está. Depende de las corrientes de aire y si el piloto no ve condiciones de seguridad para aterrizar u operar desde el aire no se actúa», explicó el también bombero-rescatador Íñigo Sánchez, que también aconsejó la necesidad de hacer siempre caso al operador de grúa en caso de rescate. «No se puede ir corriendo al helicóptero, hay que esperar las indicaciones del operador de grúa», señaló.

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Un equipo de rescate está integrado por un piloto, un médico y dos bomberos-rescatadores, uno de ellos en funciones de operador de grúa y el otro asumiendo el mando total de la operación, eso sí, escuchando tanto al piloto como al médico, soberanos en sus respectivos campos, de ahí que todas las decisiones se tomen en conjunto «Todos tenemos que fiarnos de todos», resumió la médica de este equipo, Raquel Suárez.

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