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«Avilés es una ciudad muy cantarina, por eso hemos podido recopilar más de medio centenar de canciones. Otras ciudades asturianas son muy musicales, ... pero no tienen esa tradición de cantar como puede ser Oviedo«, explicó esta tarde Pablo Morán en la presentación del libro 'Cancionero avilesino', escrito junto con Rubén Díez, en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS, coordinada por Mercedes de Soignie. Las canciones fueron recopiladas por ambos de diferentes informantes, tomando la letra y también la música para evitar «que se pierda esta tradición». Y es que Rubén Díez constata que «la tradición de cantar en los bares que había antes se está perdiendo. Hoy en día no es tan fácil encontrar chavales de 16 ó 17 años para los coros como sucedía en los años ochenta».
De hecho, el libro lleva en la calle desde el pasado mes de diciembre, recibiendo una buena acogida. Es una edición no venal de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Avilés que puede impulsar un recital el próximo verano centrado en este tema. «Uno de los objetivos era mantener la tradición musical existente, las transcripciones que hemos hecho buscan asegurarla», señaló Díez.
En el trabajo de campo han encontrado canciones compartidas con otras partes de Asturias con variaciones en la letra o música, además de ritmos americanos y canciones propias de Avilés. «La emigración a América explica la existencia de valsecillos peruanos, valses», matizó Morán. Díez destacó que «al ser puerto de mar, Avilés es un sitio de paso y eso favorezca que pasen cosas interesantes».
Los autores no se han limitado a la recopilación de las canciones. También realizaron pequeños estudios musicológicos de cada una de las canciones. De este análisis no se libró 'Es Avilés', el 'himno oficioso' y sobre el que existe una polémica recurrente entre Avilés y Mahón sobre el posible plagio de la canción que glosa las ventajas de la villa al inicio del siglo XX. «Para nosotros no cabe duda de que es un caso de contagio entre los avilesinos y los mahoneses que coincidieron en esa época haciendo el servicio militar en El Ferrol«, explican ambos, asegurando que en la actualidad no existen más datos que permitan determinar quién contagio a quién.
Morán también lamentó que se perdiese la tradición de cantar en los chigres. «Cada vez es menos frecuente. Es una pena. Y es curioso porque eran hombres los que, mayoritariamente, cantaban en los bares, aunque luego resultaba difícil incorporarlos a los coros».
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