La ría de Avilés desde el aire

En los últimos veinte años la ría de Avilés ha sido el eje vertebrador de la actividad económica, y en algunos momentos urbanística, de la ciudad. La reinvención del tejido industrial tras la desaparición de la cabecera siderúrgica ha ido actualizando el paisaje en torno al estuario a un ritmo vertiginoso. Tanto que el 'sky line' de hace poco más de diez años y el actual apenas tienen nada que ver. Dibuja un sinfín de nuevas actividades en lo que a principios de siglo eran páramos en busca de urbanización y uso productivo.

LA VOZ DE AVILÉS publicó en 2008 un reportaje fotográfico de vistas de la ría avilesina que poco tienen que ver con la situación actual. Ahora, gracias a un trabajo encargado por la Autoridad Portuaria se puede ver el contraste en el paisaje desde el aire.

Un retrato general presenta una ría con el Centro Niemeyer como cabecera de la diversificación de actividades en la última década. Su parcela estaba ocupada hace doce años por cientos de torres eólicas que se cargaban en el muelle de San Agustín. A él se puede llegar ahora caminando por una senda peatonal que entronca con los barrios hasta La Luz, pero también se puede continuar por Conde de Guadalhorce en el paseo de Manuel Ponga, su precursor y abanderado de la recuperación ambiental y urbanística del estuario. Porque desde el punto de vista ambiental la ría se 'pinta' en 2020 de color azul, una tonalidad muy distinta a la de 2008, con sus aguas aún turbias y mucho más contaminadas que en la actualidad.

De sur a norte, sin abandonar el Niemeyer y su entorno, el cambio es también significativo. No solo hay cultura, sino también educación e innovación. Pocos imaginaban una Escuela de Arte en terrenos de la antigua Ensidesa, con visos de ampliación. Y lo que hasta hace poco tiempo eran dos buques insignia del I+D+i en Avilés, el Centro Tecnológico de ArcelorMittal de la avenida de Gijón y el Centro Tecnológico del Acero junto a la rotonda de La Palmera ahora son las puntas de lanza de una Manzana del Acero jalonada de sedes especializadas que se reparten en varias ubicaciones del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA).

Aguas afuera de la ría, el principal cambio de paisaje se vislumbra en la margen derecha. Lo que hace poco más de una década eran terrenos degradados donde también se apilaban sin orden las torres eólicas, ahora es casi un nuevo puerto, con muelles y una zona logística adaptada a una nueva industria limpia que lidera el Grupo Daniel Alonso.

Aunque ya lleva muchos años allí, también avanzan y se transforman el vertedero y la cantera de El Estrellín. En el caso del depósito de los residuos de jarofix de Asturiana de Zinc, el césped que tapa la ladera visible desde la ría y la ciudad avanza casi al mismo ritmo que el gran socavón que se excava a sus 'espaldas'. A pie de carretera del faro de Peñas solo se aprecia en parte en la circunvalación de la antigua Alcoa camino de la 'torre del difuntín'. Desde el cielo, la vieja Alcoa apenas ha cambiado por fuera, aunque la 'procesión' va por dentro.

Casi en el canal de entrada de la ría, después de la curva de Pachico, el paisaje aéreo cambia notablemente en la margen izquierda. Las dos imponentes naves de acopio de material de Asturiana de Zinc son el reflejo de otra transformación en el puerto de Avilés, relacionada con la mejora ambiental de su actividad logística. El caso de AZSA es el ejemplo más evidente de la apuesta que han hecho empresas y consignatarias, además de la propia Autoridad Portuaria.

Como colofón al nuevo panorama que se dibuja a vista de pájaro en la ría avilesina emerge el último tramo del dique que señala el canal de entrada a los barcos comerciales, pesqueros y de recreo que entran cada día a un estuario en constante proceso de transformación.

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