La ausencia de bocarte y xarda lastra los resultados de la lonja en el mes de mayo

El descenso es importante, pero se explica porque la flota de cerco, la que captura estas especies que se encuentran en las aguas más superficiales, suele desembarcar en las rulas más próximas al punto de pesca. Y este año parece que serán las cántabras y las vascas. Ni siquiera el oriente asturiano ha 'rascado' algo. Según los datos de la Dirección General de Pesca Marítima, la lonja de Llanes que en mayo de 2022 recibió 88.151 kilos de bocarte sólo vio pasar 15.935 el pasado mes. En Avilés fueron 668,30.

De xarda se vendieron 16.411 kilos, una cantidad igualmente baja sobre todo si se compara con el año pasado en estas mismas fechas cuando se rularon 25.415 kilos.

Al igual que al bocarte o la xarda, le ocurre al chicharro, con la salvedad de que esta especie tiene una cuota muy restringida. Cada barco de cerco sólo puede traer un porcentaje residual respecto a la carga total de su captura principal. En mayo se rularon sólo 9.904 kilos, casi la mitad de los subastados en la región (19.582). Hace un año, cuando no había cuota, se desembarcaron en Avilés 326.524 kilos. Este descenso no ha supuesto, sin embargo, un aumento significativo del precio medio del jurel en la lonja, que ronda el 1,50 euros/kilo frente al 1,11 de hace un año.

Todo este escenario supone una merma sustancial en los números de Nueva Rula de Avilés que ni siquiera el aumento de las subastas de merluza y la apertura de la costera del bonito subsanan. Así, en mayo de hace un año se vendieron 1.432.070 kilos que generaron 3.749.789 euros. Sin embargo, el pasado mes los kilos se redujeron hasta los 672.379 y los ingresos cayeron hasta los 2.466.101 euros.

De merluza se vendieron 443.764 kilos a un precio medio de 3,47 euros, que arrojó un resultado de 1.541.171 euros. Lejos, muy lejos, se situó la sardina en cuanto a kilos, con 33.700, y el bonito en cuanto a ingresos, con 89.574 euros. Es destacable la importancia del bonito, dado que los primeros se subastaron el 22 de mayo. Es decir, en tan solo once días se situó en segundo lugar en el ranking de facturación.

A la espera de que se estabilice la costera del bonito, en mayo y en cuanto a porcentaje sobre el total de facturación, aparte de la merluza, que representa el 62,5% de los ingresos totales de Nueva Rula de Avilés, destaca el rape con un 2,84% y el gallo, que acapara el 2,66%. No son las especies con el precio medio más alto, pero en relación al número de kilos subastados las convierte en relativamente representativas, siempre por detrás de la merluza y el bonito, que supuso en sus once días costera en mayo el 3,63%.

En número de kilos, tras la merluza se situó la sardina (33.700), la bacalada (25.905) y los gallos (14.028).