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Alberto Rendueles
Lunes, 16 de septiembre 2024, 02:00
Una de las secciones de la Asociación Atlética Avilesina que más se beneficiaron de la presidencia de Toso Muñiz –iniciada allá por el año 1961– fue la de atletismo. Fue uno de sus primeros propósitos el reverdecer los éxitos de sus años fundacionales y convertirla ... no solo en la mejor de Asturias. Además, la vista fue más lejos y se propuso meterla en la elite nacional. Y de hecho, a punto estuvo de hacerlo, al quedarse a las puertas del ascenso a Primera División en las temporadas 1965 y 1966. Pero, para llegar hasta ahí, fue precisa una buena planificación.
Así, ya en 1962 se dejaban notar la llegada de las nuevas generaciones a las categorías juveniles y junior, en las que sobresalieron las actuaciones en el cross regional de José María García, José Ramón González y Jesús Sánchez. De cara a los campeonatos nacionales por regiones, los responsables de Asturias también seleccionaron a los atletas locales García Pravia, Jovino González Carretero y José María Álvarez Gabeiras, entre la pujante sección de la Atlética, que también disponía de otros efectivos destacados como Juan Alonso, Jesús Alonso, Raúl Suárez, López Melero, Fermín Camino (que compatibilizada esta actividad con el fútbol), Luis Valdés, Rafael Pérez, Tony Suárez y Manuel González 'Campanal III', estos dos últimos ya consagrados atletas de los años precedentes.
En la reorganización y promoción de nuevos atletas tuvieron mucho que ver sus técnicos, alguno de los cuales se volcaban en cuerpo y alma. Uno de ello era José Antonio Suárez 'Pepete', a quien Toso Muñiz premiaba en 1963 con la organización de un trofeo con su nombre. En ese trabajo de captación se incorporaba a hombres de la calidad de Cándido González o la fama nacional de Francisco Suárez Garrudo, que llegó a ser preolímpico de Tokio 1964. Triunfos logrados por Arístides Escudero en el Cross de Salamanca o las buenas marcas conseguidas por Vega, Ovidio Vaquero León, Julián Bastardo o Luis Fernández Lorenzo en los campeonatos regionales fueron toda una garantía de éxito presente y futuro. Incluso el club avilesino había creado una sección femenina para que las mujeres pudiesen desarrollar este deporte, siendo Elena Vilariño la primera en obtener destacadas clasificaciones.
Este año iba a suponer también el del nombramiento de Toso Muñiz como concejal de Deportes del Ayuntamiento de Avilés, al que había accedido como candidato del tercio sindical. Un puesto idóneo para él y para la propia Asociación Atlética Avilesina de cara a su futuro inmediato.
El mes de septiembre era el momento esperado de la temporada. La Atlética disputaba el campeonato de España de clubs de segunda categoría, con aspiraciones serias de ascender a Primera. La Coruña era el lugar elegido para la disputa de primera fase, teniendo como rivales al Real Club Deportivo local y al Universitario de Barcelona. Una difícil papeleta que se solventaría con el triunfo avilesino por 177 puntos a su favor, por los 135 del Deportivo de La Coruña y los 77 de los universitarios catalanes.
Tras este triunfo, la Atlética aprovechó la presencia en Asturias del equipo Mainz de Alemania para disputar una competición internacional en el estadio Román Suárez Puerta, con la destacada presencia en sus filas de los internacionales Rudolf y Knveergan, a los que los Gago, Blanco, García, Díaz y Abella Morán, entre otros, supieron hacer frente, en los que supuso una buena prueba de cara a la final del campeonato nacional de Segunda Categoría a disputar en octubre en Bilbao.
En la sede vasca la Atlética Avilesina había puesto muchas esperanzas. Allí les esperaban los otros dos vencedores de sus sectores, los equipos representativos de Guecho y San Fernando de Zaragoza, que finalmente fueron los que lograron los dos primeros puestos y el ascenso a la máxima categoría, dejando a los avilesinos muy cercanos a su objetivo. El propósito de enmienda vendría en la siguiente edición del año 1966, en la que la Atlética volvió a intentar dar el salto de categoría. En esta ocasión, la fase previa les correspondió nuevamente en suerte el Deportivo de La Coruña y el Club Atlético Universitario de Oviedo. La sede, el estadio del club universitario, en donde un fatídico 1 de mayo provocó uno de los hechos más luctuosos de la historia de la Atlética Avilesina, como fue el fallecimiento en el foso de saltos de Rafael 'Del Busto', al golpearse con la cabeza. Tan trágico suceso provocó la suspensión de la competición, que se reanudó un mes más tarde, ya en el estadio Suárez Puerta, con el triunfo de los ovetenses, ante la escasa moral de los locales y la pérdida de la esperanza del soñado ascenso a Primera.
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