Asturias pierde a Carlos Rodríguez de la Torre, impulsor de las Cámaras de Comercio

De manera inesperada y sin avisar. Así se fue ayer por la mañana Carlos Rodríguez de la Torre, coordinador general de la Cámara de Comercio de Oviedo, exportavoz municipal del Partido Popular y secretario general de la Cámara de Avilés durante más de dos décadas. El abogado avilesino se fue a primera hora, cuando acudía en tren a Oviedo a trabajar, como hacía cada mañana. Se lo llevó un fallo cardiaco, sin dejarle tiempo para despedirse. Comenzó a sentirse mal en el tren, y aún pudo llamar a Fernando Villabella, secretario general de la Cámara de Oviedo, para comentárselo. Este acudió acompañado de su mujer, médico de profesión, a la estación para recibirlo. Allí llegó también una UVI móvil, pero nada pudieron hacer por salvar su vida.

Su corazón se detuvo cuando solo contaba con 61 años de edad y con él se pierde a un tenaz trabajador por el progreso económico de Asturias. Licenciado en Derecho, inició su andadura en la Cámara de Comercio de Avilés a principios de los años 90, donde ejerció como secretario general durante más de dos décadas. Allí desarrolló una importante labor de relación con las entidades camerales de Oviedo y Gijón, además de otras administraciones,

«Carlos Rodríguez de la Torre fue el gran promotor de los convenios de colaboración con entidades y administraciones. Su talante conciliador reforzó las relaciones institucionales con los ayuntamientos de la demarcación, Principado, Autoridad Portuaria y por supuesto con la red cameral», quiso destacar ayer el actual presidente de la entidad, Daniel González, quien también hizo hincapié en que «bajo su secretaria general la entidad consolidó el departamento de formación, se creó el de ferias, y la Cámara aumento su infraestructura y servicios con la construcción de los viveros empresariales de Gozón y del PEPA».

De la Torre fue también una persona clave en el desarrollo del comercio internacional de las empresas asturianas, un campo en el que realizó un trabajo «muy fructífero», como recordaba ayer Antonio Sabino, presidente de la entidad en sus primeros años.

Su etapa en la Cámara de Comercio avilesina finalizó en el año 2013. Entonces inició una carrera como abogado y consultor de empresas que mantuvo en segundo plano a partir del año siguiente, cuando fue fichado por la Cámara de Oviedo. Allí continuaba desarrollando su labor como coordinador.

Continuó vinculado a Avilés a través de la política, en una etapa de cuatro años en la que fue el cabeza de lista del Partido Popular en las municipales de 2015 y se mantuvo durante los cuatro años de mandato como portavoz de su grupo. En el Ayuntamiento destacó como un político constructivo y exquisito en sus formas, tanto en el Pleno como en los órganos en los que representó a su partido, como el centro de empresas de La Curtidora o el Centro Niemeyer, donde ejerció como miembro del patronato.

Pero la vida de Carlos Rodríguez de la Torre no se quedó ahí. Su compromiso con la sociedad iba más allá del desarrollo económico y de la política y así, en 2015, se convirtió también en presidente de la asociación Galbán de familias de niños con cáncer. Sabía muy bien lo que necesitaban, puesto que lo había vivido en primera persona.

Carlos deja un vacío enorme en las Cámaras de Comercio, donde está considerado como «un referente», así como en el PP, donde además de compañeros dejó también grandes amigos, que ayer se confesaban consternados.

Su funeral se celebrará a las cinco de esta tarde en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Salinas, donde residía, tras lo que será incinerado en el tanatorio de Avilés.