Asturiana de Zinc ultima las pruebas para arrancar la nueva nave de electrolisis

De esta manera, AZSA sigue avanzando en su plan de modernización de las instalaciones de San Juan de Nieva. Una vez que la nueva instalación comience a funcionar, se producirá la parada de las naves A y B, las más antiguas.

La primera ha funcionado desde 1960, con el inicio de la producción de la producción de zinc electrolítico en San Juan de Nieva. La nave B arrancó catorce años más tarde. La evolución tecnológica y las nuevas exigencias ambientales han dejado a ambas instalaciones obsoletas, por lo que la dirección ha optado por su sustitución por un equipo más avanzado, que minimizará el impacto ambiental. Además, seguirán produciendo las naves C y D, que datan de 1991 y 2001 y cuyos parámetros se acercan a los estándares más exigentes.

La nueva nave de electrolisis ha supuesto una inversión de cien millones de euros. La dirección de la multinacional ha comenzado a planificar los actos oficiales de inauguración de las instalaciones fabriles. La inversión también ha permitido la construcción de un nuevo horno de fusión, que será el número siete.

La previsión es que la nueva nave de electrolisis reduzca el consumo de energía en un 1,4% y el de agua en un 58%, un 30% de plomo y un 38% de plata, además de que su diseño ha incluido novedades en seguridad laboral, e incorpora todos los avances de la industria digital. Ahora sólo queda que el precio de la energía se reduzca a los niveles de hace un año para que la instalación rinda lo previsto.