«¿Por qué no nos arrestaron en el momento si éramos sospechosas?»

Las mujeres, que solo respondieron a las preguntas de su abogado y que habían requerido la asistencia de una intérprete italiana, negaron ser las autoras del robo y haber estado en Avilés ese día. Sí reconocieron haber sido paradas por la policía en Luarca cuando iban en un vehículo en compañía de un hombre que, con la excusa de ir a buscar una grúa porque el coche se había averiado, nunca más regresó. Detalles estos últimos que no ofrecieron ellas sino que se desvelaron en el transcurso de la vista oral.

Los agentes de la brigada judicial de la Policía Nacional de Avilés señalaron que habían sido identificadas de manera «casual» porque se les había estropeado el coche. Como no llevaban identificación, se procedió a averiguarla en la comisaría de Luarca. Para entonces, la sala del 091 ya había transmitido la información de que se buscaba a dos mujeres por el robo en un domicilio particular cuyo inquilino había facilitado una grabación en vídeo.

Los diferentes policías explicaron que a las mujeres les constaban numeros antecedentes policiales relacionados con delitos contra el patrimonio y, por la ropa y el embarazo de una de ellas, se llegó a la conclusión de que eran las autoras del robo. Además, en el coche se encontró una peluca (en el vídeo se ve como una de ellas se la retira un momento) y destornilladores. A esta conclusión se llegó después porque «primero tenemos las piezas y después «las encajamos». Atribuyen a las dos mujeres su pertenencia a una red itinerante dedicada al robo en viviendas.

El abogado de las acusadas rechazó que sus clientas pudieran ser condenadas por una «cuestión de legalidad» ya que el mero hecho de llevar esos elementos en un coche que no era de ellas no sería suficiente para colegir que robaron en un domicilio cuya cerradura no fue violentada. Se preguntó, además, por qué no se había llamado a declarar a ninguno de los agentes que practicó la identificación en Luarca y también se sorprendió por la ausencia de foto alguna de la peluca porque sin ella no se puede estar segura de que fuera una peluca y no «una fregona» u otro elemento con el que se hubiera podido confundir.

Recurrió también al informe pericial antropométrico en el que un criminólogo contratando por la defensa afirma que las imágenes no son de calidad suficiente como para determinar que las acusadas son quienes aparecen en la imagen ya que, por la ropa y la fisonomía, «podría corresponderse con gran parte de la población».

En el turno a la última palabra, las acusadas se preguntaron por qué no las habían arrestado en el momento si eran sospechosas.