Aparecen los restos de un tiburón de dos metros en la playa de Zeluán

Miembros del Grupo de Ornitología Mavea han encontrado en la playa de Zeluán los restos de un tiburón en avanzado estado de descomposición. Según un portavoz del colectivo mediría unos dos metros y podría haber llegado a la ría bien por medios naturales o, preferentemente, en las redes de un pesquero. La primera impresión apunta a que se trataría de un marrajo, un tiburón de hasta cinco metros de longitud y 700 kilos de peso que habita en las profundidades, siendo extraña su presencia en aguas someras y cercanas a la costa. En cualquier caso, según Mavea que se tenga constancia es la primera vez que aparece el cadáver de un tiburón en la ría.

Cazones, pintarrojas, o tintoreras son los nombres las distintas especies de tiburones que habitan en el Cantábrico. No acostumbran a acercarse a la costa, y según el Museo de Historia Natural de Florida, sede de la mayor base de datos mundial sobre ataques de estos escualos, no se ha registrado ni un ataque de tiburón en el Cantábrico. Eso sí, de cuando en cuando alguno se deja ver, casi siempre muerto o moribundo. El pasado 8 de diciembre apareció un tiburón vivo varado en la playa Salinas que fue devuelto al mar por un grupo de personas que paseaban por allí.

Meses atrás, en febrero, fue encontrado en la misma playa, a la altura de las dunas de El Espartal, el cadáver de un tiburón abisal de apenas un metro de longitud en avanzado estado de descomposición. Era un tiburón visera, también conocido como sapata, especie que no supera los 136 centímetros de longitud que habita en las profundidad. En 2014 se hallaron cuatro tiburones muertos en la costa asturiana en el espacio de una semana, uno de ellos en Bayas.

Lo que queda del cadáver del tiburón continúan en la playa de Zeluán. Las gaviotas lo están devorando. Se comen hasta el esqueleto, que es de cartílago», aseguró el portavoz de Mavea.