Los sindicatos avalan el acuerdo con Alcoa y la empresa abre el plazo para las firmas individuales

Cada empleado tiene ahora de plazo hasta el próximo lunes incluido para dar el sí a una serie de documentos que les compromenten, sobre todo, a retirar cualquier tipo de demanda contra Alcoa interpuesta en cualquier instancia y a no emprender otras en el futuro. A cambio, una indeminzación económica que equivale a grandes rasgos a la propuesta que la empresa les había hecho cuando en 2019 anunció el cierre y que finalmente los sindicatos rechazaron en favor de la otra posibilidad que en aquel momento se ofrecía: la venta de las plantas. En dinero, cada trabajador recibirá del orden de unos 120.000 euros, dependiendo siempre del tiempo que llevase en la empresa y de su sueldo en la misma. Alcoa entregará a cada uno de ellos 10.000 euros lineales, a los que se suman otras cantidades. La principal: sesenta días por año trabajado sin límite de años. La oferta no solo incluye el periodo en el que Alcoa fue el empleador, sino también los dos primeros años transcurridos tras la venta, primero a Parter y luego a Riesgo, e incluso los ocho meses y medio que han pasado ya desde que terminase el denominado periodo de protección de Alcoa, que finalizó el pasado 31 de julio. En este último caso, sin embargo, la contraprestación será de veinte días por año trabajado.

El cobro, según consta en el acuerdo, no se demorará demasiado. El plazo empezará a contar una vez se apruebe el expediente de regulación de empleo (ERE) que ya se está tramitando en el caso de Avilés y que está pendiente de firma en La Coruña. Las plantillas quedarán entonces desvinculadas de Alu Ibérica y, a partir de entonces, tendrán que esperar hasta 90 días para recibir el dinero de Alcoa. En el caso de La Coruña, esos noventa días comenzarán a contar algo más tarde, toda vez que el expediente aún no se ha firmado y, por lo tanto, aún no ha comenzado su tramitación judicial. En el de Avilés, se espera que como fecha tope pueda entrar en vigor el día 30 de este mes de abril.

Los administraciones concursales guardan aún una bala en el cartucho por si las cosas se torciesen: aún sería posible en ese plazo presentar una reclamación ante el Fogasa, si bien la cantidad que podría llegar a cubrir este fondo de garantía salarial sería muy inferior a la pactada con Alcoa.

A priori, no debería llegarse a ese punto, toda vez que el acuerdo global que ya han aceptado los sindicatos, CC OO, UGT, USO, los Cuadros y la Intersindical Galega, es a grandes rasgos lo que Alcoa reclamaba. La multinacional ha sido poco flexible, y aunque ha aceptado hacer algunos cambios sustanciales, como que las demandas que se retiren sean solo las que afectan a Alcoa, lo que permite seguir con los procesos contra Parter y Riesgo, ha logrado mantener dentro del texto lo que son sus prioridades. Estas pasan, fundamentalmente, por evitar asumir responsabilidades judiciales por la venta de las plantas.

Los documentos que los trabajadores deberán ratificar en los próximos cinco días son varios. Por una parte el acuerdo global, que detalla las distintas condiciones que se pactan por ambas partes, y luego se les pide que estampen su firma también para certificar su desistimiento del conflicto colectivo que ahora mismo está en manos del Tribunal Supremo, del Penal que instruye la Audiencia Nacional y, además, documentos con carácter individual en los que cada trabajador se apea de los procesos que pudiera haber en marcha contra la multinacional aluminera. Además de esto, en el acuerdo también se incluyen otras cuestiones, como el contrato del crédito que sellará Alcoa con la administración concursal y que servirá para financiar el abono de la indemnización correspondiente al despido, que asciende a unos ocho millones de euros en el caso de Avilés.

Ahora resta comprobar si, efectivamente, la totalidad de los trabajadores termina firmando finalmente el texto, aunque todo parece indicar que así lo harán, toda vez que ya pasaron por un primer paso, el de aportar sus datos para ser dados de alta en la plataforma, lo que es indicativo de su intención de suscribir el documento.

Previamente, el pasado 11 de marzo, los comités tantearon el sentir de la plantilla con una votación en urna, que en Avilés se saldó con un respaldo mayoritario al acuerdo, cuyo texto en aquel momento aún no estaba cerrado. En San Balandrán fue el 93% del personal el que avaló el pacto, mientras que La Coruña el porcentaje bajó al 75%. En estas últimas semanas, sin embargo, se han ido salvado reticencias y ha habido muchas presiones para tratar de lograr la unanimidad que exige Alcoa para el abono de las indemnizaciones. Ahora el camino parece expedito para lograrla y pasar al menos una página en un conflicto que se prolonga ya más de tres años. La lucha a partir de ese momento será diferente, y se encaminará a lograr un compromiso de recolocación de los despedidos en el nuevo proyecto que pueda iniciarse en los terrenos de la planta de San balandrán.