Juan José Fernández, Mariví Monteserín y David García el pasado verano, en una rueda de prensa para valorar el pacto de gobierno. PABLO NOSTI

La alcaldesa reconoce «errores» que el gobierno debe asumir «con humildad y corregirlos»

Mariví Monteserín defiende la gestión municipal y apela a la fortaleza «del proyecto progresista para la ciudad»

Sábado, 19 de octubre 2024, 02:00

Las tensiones en el interior del equipo de gobierno desveladas en la edición de ayer viernes por este diario provocaron una auténtica tormenta interna en las tres fuerzas políticas que suman la mayoría política: PSOE y la coalición Cambia Avilés (integrada por Izquierda Unida ... y Podemos).

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En una mañana con una agenda realmente complicada para el gobierno (coincidían dos ministras en la ciudad), se sucedieron las llamadas y encuentros breves para reconducir la situación que ninguno de los protagonistas esperaba ver publicada.

La alcaldesa, Mariví Monteserín, estableció un cortafuegos con una declaración en la que enmarcaba las tensiones en el proceso propio de la elaboración de un nuevo presupuesto municipal. «Trabajar en equipo es confrontar opiniones para alcanzar el consenso», aseguró antes de subrayar que «el acuerdo de gobierno sigue vigente y es amplio. Cualquier pequeña discrepancia que pueda surgir en ese contexto no debería afectar al conjunto del acuerdo».

Mariví Monteserín también reivindicó la necesidad de hacer un balance de la gestión y «admitir con humildad las posibles críticas y aprender de ellas para hacerlo mejor en el futuro». La regidora aseveró que «todos somos humanos y todos cometemos errores, pero es la voluntad de corregirlos la que prevalece en un equipo de gobierno que funciona bien y está dedicado a mejorar la vida de los ciudadanos que nos han elegido».

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Reunión la próxima semana

La información también sorprendió a los dirigentes de Izquierda Unida y Podemos, integrantes de Cambia Avilés. Tanto Juan José Fernández, coordinador local de la coalición, como David García, portavoz local de Podemos, rechazaron cualquier tipo de desavenencia interna entre ellos y defendieron la continuidad del equipo de gobierno.

Juan José Fernández reconoció que se encontraba «estupefacto por un artículo, repleto de verdades, medias verdades y bulos, que sólo busca desestabilizar a un gobierno progresista que trabaja por el bien de Avilés». Fernández no quiso desmentir nada de lo publicado porque «no vamos a entrar en provocaciones». El coordinador local elogió el trabajo de Agustín Medina y de Ana Solís, los dos ediles de IU, destacando el compromiso personal de ambos con el proyecto político.

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«Nosotros no hemos roto ninguna negociación. Estamos en un debate interno, que es complejo, con subidas y bajadas. Nosotros defendemos unas ideas muy claras, muy rojas y nunca nos hemos ocultado porque representamos a la parte más roja de la ciudad. Nunca nos vamos a levantar de una mesa de negociación porque somos responsables y trabajamos por un gobierno progresista», afirmó.

Por su parte, David García, portavoz local de Podemos, reivindicó la vigencia del pacto de gobierno. «Seguimos hablando y trabajando. Es cierto que existen fricciones propias de un proceso de negociación de los presupuestos, pero se deben solucionar internamente, en un debate entre los partidos del gobierno». García planteó la necesidad de una reunión la próxima semana entre los firmantes del pacto de La Fruta en el verano de hace dos años para formar el actual gobierno local.

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Juan José Fernández, por su parte, confirmó que el próximo martes, 22 de octubre, se reunirán los órganos de dirección de Izquierda Unida para abordar el debate fiscal en el Ayuntamiento. El próximo miércoles la comisión de Hacienda dictaminará las ordenanzas fiscales del próximo año, en lo que será el primer escenario del gobierno para demostrar que ha superado la crisis interna.

La voluntad de los tres partidos es reconducir la situación en lo que resta de mandato. La mañana del viernes fue muy intensa para las tres formaciones, planteando la necesidad de frenar la actual deriva. La gran incógnita es saber si los integrantes se encuentran con fuerzas para limar las discrepancias. Las tres partes presenta su propia lista de agravios recibidos. La mayor dificultad es que la gestión municipal no cesa en el día a día y queda por ver si tanto los tres partidos como los grupos municipales disponen de la capacidad para solucionar las carencias, perdonar los errores y afrontar los dos últimos años de mandato.

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