Los alcaldes apuestan por mantener el consorcio del albergue de animales sin Carreño

Todos esperan la urgente convocatoria de una reunión del consorcio para analizar los siguientes pasos a seguir. El concejal responsable de este área, Jorge Suárez, trabaja en casar agendas para fijar una fecha inmediata, mientras los técnicos siguen estudiando todas las alternativas legales para que en la reunión los alcaldes tengan toda la información para adoptar una decisión sobre el futuro del consorcio y los pasos a seguir para encontrar el terreno en el que construir el albergue.

La alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, es la más pesimista sobre el futuro de este proyecto y también la más crítica con Carreño. Ya lo fue hace algo más de un año cuando arrancó el conflicto tras conocerse el resultado del concurso público para la selección de la finca que concluía con unos terrenos en Carreño como los mejores valorados y comenzaba la oposición al proyecto en ese concejo. «Yo lo vivo como un rotundo fracaso del consorcio. No hemos sabido estar a la altura de lo que se esperaba y el abandono de Carreño nos sitúa en un escenario complicado porque abre la puerta a que cualquier Ayuntamiento pueda caerse si el albergue se crea en su concejo», indicó.

La decisión sobre el futuro del consorcio se adoptará en la próxima reunión, pero Triguero insiste en que «si Carreño ha sucumbido a las presiones ciudadanas, nadie quita que nos pueda pasar de nuevo si se inicia otro concurso. No obstante, cree que la decisión sobre los siguientes pasos «tiene que ser compartida, es algo que he pedido en varias ocasiones y espero que podamos reunirnos pronto».

Yasmina Triguero y Alberto Tirador (alcalde de Illas) son los más críticos con la decisión de Carreño y no dudan en calificar su salida del ente como «una irresponsabilidad política, saltándose las reglas del juego en mitad de la partida», «el Pleno de Carreño está anulando que haya una actividad en un lugar del concejo, cuando no tiene potestad para ello si cumple con los requisitos», son algunas de las valoraciones de los dos alcaldes de Izquierda Unida.

Otro de los aspectos que ponen sobre la mesa y en el que coinciden muchos de los primeros ediles es que no se ha sabido transmitir a la ciudadanía el proyecto. «Parece que se tienen en la retina las imágenes de una perrera de hace años en la que casi se rayaba el maltrato animal, cuando hablamos de un albergue modélico, que puede ser un potencial para un concejo, creador de empleo y actividad, y no algo negativo». Esta reflexión será otra que se pondrá sobre la mesa en la reunión del consorcio el próximo mes y que servirá seguramente como autocrítica para buscar soluciones para construir este equipamiento.

Las dudas sobre los pasos a dar las comparten todos y de ahí que esperen la convocatoria «inmediata» de la reunión del consorcio en la que se cuenten con los informes técnicos que les permitan tomar decisiones sobre los siguientes pasos a dar y si se suspende o no el proceso en el que ya había una propuesta resolutoria para adquirir la parcela en Carreño. El alcalde de Gozón, Jorge Suárez, recuerda en este sentido que la idea era que el albergue estuviera en terrenos de los municipios que están en el consorcio y si Carreño lo abandona eso ya no sería posible. En todo caso en la misma línea que otros primeros ediles, también insiste en que «aunque está claro que una corporación es soberana para decidir si está o no en el consorcio, existe una normativa urbanística y si es posible implantar un núcleo zoológico en el suelo no hay nada que decir».

Esa es la duda técnica existente que los alcaldes esperan que se pueda resolver si inicia o no otro concurso, porque lo que parece que tienen claro es que continuarán en el consorcio para la construcción del albergue de animales porque «la necesidad de este equipamiento es lo suficientemente importante para que tratemos de superar todas las dificultades», defiende la alcaldesa de Candamo, Natalia González.

También las alcaldesas de Las Regueras, Maribel Méndez, y la de Muros de Nalón, Carmen Arango, insisten en ese aspecto. La primera recordó que los ayuntamientos están aportando su parte al consorcio y a la vez contratando la recogida y cuidado de los animales abandonados. «Es una urgencia tener este albergue. Siempre hay reticencias a muchos proyectos, pero no por eso hay que echarse para atrás», dijo, a la vez que cree que si se abre otro concurso «tenemos que amarrar bien que no pueda suceder lo mismo». El alcalde de Soto del Barco, Jaime Corrales, también insiste en ese aspecto y dice que «lo que no se puede es jugar al gato y al ratón, si estamos en el consorcio es con todas las consecuencias, no podemos estar esperando que le toque al vecino».

La primera edil de Muros confiesa que incluso en alguna ocasión acude ella misma a la llamada para recoger animales abandonados, por lo que apuesta porque el consorcio continúe adelante. «Está claro el problema tan grave que tenemos todos los ayuntamientos por lo que tenemos que seguir».

Y esa es la línea de general de todos los alcaldes, aunque en el caso de Corvera y Pravia prefieren reservarse las opiniones para la próxima reunión del consorcio.