La agresora de una menor en El Pozón le seccionó los tendones de una mano

La madre de la víctima explicó ayer a este periódico que su hija no participaba en la fiesta ilegal en la que se produjo la agresión, pero había subido hasta el piso en cuestión tras la provocación de la agresora.

Según consta en la denuncia presentada en la comisaría de la Policía Nacional, la adolescente y tres amigas habían estado tomando algo en Villalegre y bajaban caminando hacia Avilés en torno a las diez y media de la noche. De repente, desde la ventana de un domicilio en la calle Santa Apolonia comenzaron a lloverles objetos como latas de cerveza y ceniceros. Al comprobar quién los lanzaba reconocieron a la autora, al parecer una joven mayor de edad que no sería la primera vez que hostigaba a la víctima y que la insultó y la retó a subir al piso a través del telefonillo del edificio.

Ni corta ni perezosa, la joven subió y, según reconoce, discutió con esta chica y le propinó un bofetón en el rellano, sin llegar a entrar en el domicilio. Entonces la puerta se cerró para abrirse a continuación, sólo que en esta ocasión, la chica que estaba en la fiesta había cogido un cuchillo y se lo clavó en la mano a la menor. «Le atravesó la mano y cerró la puerta», explicó gráficamente la progenitora.

A continuación, y siempre según la denunciante, la agredida se arrancó el cuchillo clavado, lo tiró al suelo e intentó bajar las escaleras con la ayuda de sus amigas, pero comenzó a marearse por la pérdida de sangre. Una vez en el exterior, cubrieron la herida con la camiseta que les dejó un conocido que pasaba por la zona y esperaron la llegada de los servicios sanitarios.

Durante esa espera, vieron como tres de los seis asistentes a la fiesta abandonaban el lugar. Sin embargo, otros tres permanecieron en él hasta la llegada de la Policía Local, que envió dos dotaciones. La menor fue asistida por una ambulancia y trasladada al Hospital Universitario San Agustín que la derivó al HUCA.

La madre de la adolescente lamentaba ayer la imprudencia de su hija al haber caído en la provocación, algo que achaca a sus dieciséis años.