Agatha Ruiz de la Prada: «No doy besos por el coronavirus»

Ágatha, que lleva veintiséis años trabajando con la empresa de cerámica y pavimentos Pamesa, se mostró muy satisfecha con esta colaboración y con la última colección, que apenas lleva un mes en el mercado. Una nueva vuelta de tuerca a su particular iconografía, en esta ocasión sobre unos fondos más sobrios, aunque su baño ideal «es de colores y muy alegre». En cualquier caso, la cerámica lleva el sello de su particular e inconfundible estilo: «Es el universo Ágatha, tengo mi propio estilo y llevo tantos años trabajando con ellos...», explicó acerca de una colaboración con muy buena salud.

La diseñadora, que últimamente ocupa tantos titulares por su faceta profesional como por la personal, afirmó encontrarse «muy bien». Fue la única concesión a su vida sentimental, que zanjó con un «gracias» y media vuelta antes de volver a lo que había venido, a respaldar con su presencia el lanzamiento de su nueva línea de cerámica. Un sarao en el que tiró de tablas para sonreír, posar y saludar, y también de carácter para filtrar fotografías y los 'selfies'. Ágatha quiso comprobar cómo salía en las instantáneas que le solicitaban. «A ti no te gusta que haya fotos mierdosas de ti por ahí, ¿No? Pues a mí tampoco», aclaró.

La presencia de Ágatha en Avilés estaba prevista la semana pasada, pero como ella misma explicó falleció una «una niña que llevaba conmigo 19 años y con tres hijos», fuerza de causa mayor que obligó a retrasar la cita y fijarla «en la semana con más jaleo de Madrid», con citas como la Feria de Arte Arco en agenda.

Breve, por tanto, su estancia en Asturias, aunque con tiempo para caer rendida ante las delicias de la gastronomía regional. «Hemos comido un restaurante de la playa de Salinas una comilona impresionante», compartió.

Sin planes a corto plazo, al menos que quisiera compartir, la diseñadora aseguró que «faltan por 'agathizar' muchas cosas», a pesar de que sus corazones, estrellas y nubes han tocado todo tipo de objetos y complementos. De la pasarela saltaron a los perfumes, bálsamos labiales, libretas, gafas, maletas, paraguas, bolsos, textil de hogar y hasta «pequeñas» colaboración en automoción. Un universo en continúa expansión.