'L'arume', la esencia de Camilo

Machu Pichu es «el no territorio donde se desarrolla la acción, una trama de amor y suspense con guiños a la novela negra y fantástica, escrita con técnicas cinematográficas y saltos en el tiempo, desde el porqué hasta el qué». Ante todo, 'L'arume', -94 páginas estructuradas en diecinueve capítulos, con edición de Trabe- constituye un homenaje a Luis Buñuel y a Jorge Luis Borges, referencias ya desde su adolescencia. Camilo también citó a Cortázar, a Verne, a los 'Monólogos de Anxelu', de Ángel Menéndez, a Pepín de Pría y a 'El ángel exterminador', uno de los imprescindibles en la filmografía del gran director de Calanda.

Dubertu y María son los protagonistas de 'L'arume', «dos tremendos mentirosos que sienten la necesidad de amar y parten de la mentira para llegar a la verdad. Y ese amor se desarrolla con todas las consecuencias». María, mucho más joven que su pareja, fallece y, a partir de ese momento, Dubardu «va a hacer lo imposible por reconstruir la relación, por inventar una vida alternativa en la que María está presente».

El también escritor Xulio Vixil Castañón y la editora de Trabe, Esther Prieto, secundaban en la mesa a Adolfo Camilo, historiador, gerente del Patronato de Cultura de Corvera, miembro de la Academia de La Llingua y colaborador de este periódico.

«¿Quiéresme?», preguntó Dubertu. «Qué más da, contesto María, diálogo literario que Vixil puso como ejemplo «del amor inmenso» que se profesan los protagonistas de 'L'Arume', «un libro con música, literatura y cine, las tres pasiones confesables del autor, que te sumerge en el sufrimiento, un libro corto y real, como la vida misma». También reivindicó la literatura como «algo mágico que tiende puentes. El mayor exponente de una cultura es su idioma, y de su incultura los políticos», añadió Vixil.

Camilo arengó a los presentes a leer en asturiano. «Ya veréis cómo os suena, cómo irán aflorando cosas que tenéis en algún profundo rincón de vuestra cabeza», exclamó. Acto seguido leyó un par de fragmentos de su última obra.

El debate sobre la oficialidad salió a relucir en el último tramo de la presentación. «Desde hace unos meses no hay día que no me pregunten por eso. La respuesta es sí», dijo una vez más Adolfo Camilo, que fiel a su forma de ser -se define como un «apasionado de la cultura con mirada crítica pero no partidista hacia todo lo que le rodea»- dejó un mensaje sobre la mesa. «A los que luchamos por esta llingua nos falta práctica pedagógica. ¡Más pedagogía por nuestra parte y menos beligerancia! La llingua no ye de nadie, ye de todos. Hay que tender puentes, hay que proyectar amor y buen rollo alrededor de la llingua. Ningún paso a favor de ella hará retroceder a nadie. ¡Al contrario, hará que avance!

El libro está dedicado a su esposa, María López, y ya está a a la venta. La inmensa mayoría de quienes ayer, desafiando al frío, acudieron al acto de presentación, cubriendo tres cuartas partes del aforo, se marcharon con un buen aroma bajo el brazo.