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R. A.
AVILÉS.
Martes, 24 de octubre 2017, 00:15
La gestora del PP se reunión ayer para decidir el sentido de su voto en el Pleno de este viernes, en el que se aprobarán las tasas, impuestos y precios públicos municipales para el próximo año 2018. Sus seis ediles permitirán la aprobación del acuerdo ... presentado por el gobierno el pasado viernes, aunque no lo harán de la misma manera en todos los puntos. Darán su voto afirmativo a todas las propuestas excepto a la del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), en el que se abstendrán.
«No podemos votar a favor porque nosotros pedíamos por lo menos la congelación y, al final, el recibo subirá un 3,1%, pero entendemos que esto era una negociación global», señala el portavoz municipal, Carlos Rodríguez de la Torre. Su abstención, no obstante, servirá para evitar una subida mayor, que podía haber llegado al 6% por la aplicación del porcentaje correspondiente de la revisión catastral realizada en el año 2012.
En el IBI no han colmado sus aspiraciones, pero en cambio han logrado una rebaja del tipo de la Plusvalía, que pasará del 30% al 22%. El gobierno accedió además a otras peticiones de los grupos, como implantar bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas o el estudio para la creación de una nueva tasa de agua para comercios, oficinas y despachos, que llevan años pagando unas tasas como las de los industriales, muy elevadas para su escaso consumo.
Esta mañana se celebrará la comisión de Hacienda en la que se dictaminará la propuesta final, y todo está a expensas de esta reunión, aunque no se esperan grandes cambios. Salvo sorpresas de última hora, el apoyo de Ciudadanos y del PP, o la abstención de estos últimos, permitirá al gobierno sacar adelante los impuestos.
Somos, sin embargo, no está conforme con el acuerdo logrado ni en el IBI ni el la Plusvalía, y exige una contención mayor. Hoy presentarán un voto particular en la comisión defendiendo «un tipo del 17%» en la Plusvalía, lo que representa «una propuesta de subida moderada», que se quedaría en un 5%. «No somos defensores de rebajas ni de subidas de impuestos, insistimos en la necesidad de la redistribución de la carga aportando progresividad en los impuestos», explican al tiempo que creen que esto «afectará negativamente a la compraventa de viviendas».
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