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Interior del teatro el día del reestreno. :: LVA
Y el teatro volvió a nacer

Y el teatro volvió a nacer

Tras años de abandono, el Palacio Valdés estuvo a punto de desaparecer hasta que el empuje de una iniciativa ciudadana consiguió que fuese rehabilitado

PPLL

Sábado, 25 de marzo 2017, 10:21

La historia del Teatro Palacio Valdés es una historia accidentada a lo largo de todo el siglo XX. Tras haber sido diseñado por Manuel del Busto, uno de los grandes arquitectos de Asturias de la época, el edificio se empezaría a construir en el verano de 1900. Sin embargo, debido principalmente a problemas económicos, las obras no concluirían hasta 1920 cuando fue finalmente terminado y abierto al público y a cuya inauguración acudiría el mismísimo escritor Palacio Valdés.

Los avatares del icónico edificio avilesino no terminarían ahí. Tras unos años dorados, la guerra civil iniciaría un lento declive donde la proyección de películas se iría imponiendo a la actividad teatral, hasta que en abril de 1972, debido a las paupérrimas condiciones en las que se encontraba, obligarían a un cierre definitivo.

Durante la siguiente década el abandono es absoluto y llegado a los años ochenta no son pocos en la ciudad los que abogan por su derribo, a pesar de que en 1982 el edificio había sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. Según distintas versiones que circulan por la ciudad, las razones que se esgrimían a favor de la desaparición del Teatro Palacio Valdés se resumen en dos, no necesariamente coincidentes: los problemas técnicos y presupuestarios para su completa rehabilitación y la especulación urbanística.

La preocupación por la rehabilitación del teatro se había iniciado en 1979 aunque será al año siguiente que el Ayuntamiento elabore un estudio de rehabilitación y recuperación del teatro que en ese momento estaba en manos privadas. Debido a que las negociaciones con la propiedad se retrasaban, empezó a cobrar fuerza la idea de construir una nueva Casa Municipal de Cultura en el solar del teatro.

Ante ello, una iniciativa ciudadana trasversal encabezada por Laura González, entonces miembro del Partido Comunista, y Raúl Trabanco, propietario de la ya desaparecida librería Santa Teresa, en la calle Rivero, creó la Plataforma Pro-Recuperación del teatro Palacio Valdés que desde el primer momento se propuso concienciar a la opinión pública, a través de solicitudes de adhesión de actores, artistas y distintas personalidades, de la conveniencia de la rehabilitación del edificio.

De esta forma conseguirían recoger 8.000 firmas, con adhesiones como la de Arturo Fernández, Luis Eduardo Aute, Rafael Alberti o los grupos teatrales catalanes Les Joglars y Le Comediants.

Al mismo tiempo, LA VOZ DE AVILÉS publicó cómo Mercedes Saldaña, del CDS, entró a través de línea telefónica en un programa de radio y dialogó con Alfonso Guerra, entonces vicepresidente del Gobierno, de quien consiguió una manifestación a favor de la rehabilitación.

Un procedimiento este, el de llamar a programas radiales en los que se emitían debates y mesas redondas, donde intervenían periodistas o políticos de trascendencia, para hablar acerca de la aún posible rehabilitación del teatro avilesino, que la plataforma ciudadana practicaría de modo sistemático como parte de la campaña de concienciación.

La plataforma llegaría incluso a sacar un diario mural, 'El Recorte', que se distribuiría en la librería Santa Teresa, y donde se daba cuenta de las informaciones relativas a la campaña a favor del teatro.

Finalmente el activismo ciudadano lograría sus propósitos. Tras lograrse la titularidad pública del teatro, los partidos políticos se pondrían de acuerdo para iniciar las obras de rehabilitación en 1987. Unas obras que se prolongarían durante cinco años y que obligarían a un desembolso de 450 millones de pesetas (2.704.554 euros) por parte de diversas administraciones. La inauguración se produciría el 14 de noviembre de 1992, con el teatro abarrotado de gente, y con la presencia del entonces ministro de Obras Públicas y Transportes, Josep Borrell. Para el estreno se eligió una zarzuela barroca que no se había llevado a las tablas desde 1710, 'El imposible amor, en amor le vence Amor', del dramaturgo avilesino Bances Candamo y con música de Sebastián Duró.

Promoción nacional

Sin embargo, a pesar de este éxito ciudadano, no existía un plan definido para el posterior desarrollo del teatro, según reconoce alguno de los responsables en su gestión en aquel momento. Esta es una de las razones por las que, desde el punto de vista cuantitativo, la afluencia de público durante los primeros años no puede considerarse un éxito. No obstante, a finales de los años noventa esto empezaría a cambiar.

Una de las medidas que sin duda potenciarían la proyección nacional del teatro, sería la cesión de espacios y de técnicos de forma gratuita a las compañías de teatro durante la semana anterior al estreno. Algo que se empezaría a hacer con las compañías asturianas, en una afán de potenciar el teatro regional, pero del que también recogerían el guante las compañías nacionales. Esto permitió que Avilés, con una población de unos 80.000 habitantes y aun siendo la tercera ciudad de Asturias, comenzase a tener una oferta teatral igual o superior a muchas capitales de provincia del resto del país.

Por otra parte, esto ha conseguido, según manifiesta insistentemente alguno de los responsables de la gestión del teatro en estos últimos 25 años, que los técnicos del Palacio Valdés sean unos profesionales muy competentes, con gran experiencia, lo cual, a la postre, los ha convertido también en otra de las principales razones por las que grandes compañías de ámbito nacional eligen Avilés para sus estrenos o preestrenos.

Esto último parece redondear el éxito humano que la reciente historia del Teatro Palacio Valdés ha supuesto para la ciudad. Un teatro que hace tres décadas se debatía entre la vida y el derribo pero que, gracias a la movilización ciudadana, volvió a nacer.

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