Gregorio Ibáñez, con su viola, en la Plaza de La Merced.

Gregorio busca músicos para una orquesta de cámara

Profesor de mecanizado y mantenimiento, confía en sumar a alguno de esos instrumentistas aficionados que viven la música en silencio con tanta pasión como él

C. DEL RÍO

Sábado, 4 de febrero 2017, 03:08

Con la misma vitalidad que desborda en sus clases de Mecanizado y Mantenimiento de Máquinas en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Avilés, se entrega a su objetivo de encontrar músicos para el proyecto de orquesta de cámara que se trae entre manos. Es el zaragozano Gregorio Ibáñez, vecino de Avilés desde el pasado verano, que no puede vivir sin la música. Toca todos los días la viola en su casa, pero su objetivo es montar aquí lo que ya puso en marcha en la localidad de Ejea de los Caballeros, una orquesta que acabó convirtiéndose en la banda oficial del municipio. «Terminamos sonando chachi», confiesa el entusiasta músico.

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No es un objetivo tan ambicioso el que mueve ahora a Ibáñez, sino su pasión por la música y por el escenario. «Somos un montón las personas que hemos estudiado música y que hemos alcanzado un nivel importante, pero no nos dedicamos profesionalmente a ello». El objetivo es dar salida a esas ganas de interpretar importando un modelo muy extendido en Centroeuropa y en Gran Bretaña, de donde Ibáñez rescata el ejemplo de la British Police Symphony Orchestra.

El número ideal sería de 16 a 24 componentes, pero con doce «ya se puede arrancar». Tres violines primeros, tres segundos, dos violas, un violonchelo y un contrabajo, por ejemplo. Aunque también podría incluir algún instrumento de viento como oboe o flauta.

De momento, el zaragozano ya ha recibido unas cuatro llamadas de músicos interesados en formar parte de un proyecto musical que ensayaría una vez a la semana y prepararía repertorios trimestrales. «Todavía no he buscado local, porque no quiero adelantarme a los acontecimientos, pero tengo alguna opción en mente», avanza.

¿Y por qué este amante de la música no se dedica profesionalmente a ella? «Yo soy matricero de profesión. Esa fue la carrera prosaica, la poética fue música», explica. «En mi casa no había tradición musical y supongo que me decanté por el desarrollo profesional tradicional por miedo y desconocimiento», añade. No está descontento en absoluto. «¡Me encanta mi profesión!», confiesa. Tanto cuando diseñaba moldes para joyería, su especialidad, como ahora que enseña. «Me apasiona descubrir a la gente lo chulo que es el mundo del metal» y eso que en la música él prefiere la cuerda. Quien quiera formar parte de la orquesta puede llamar al 654 580 248 o escribirle a gregorio@gigserviciosmusicales.com.

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