Bonitos a punto de ser subastados en la Rula de Avilés.

La entrada del último bonitero eleva las capturas de la temporada a 745.445 kilos

La facturación se ha reducido de forma notable en la rula avilesina hasta alcanzar los 3,27 millones de euros

RUTH ARIAS

Viernes, 7 de octubre 2016, 05:21

El último barco bonitero de la temporada entró ayer al puerto. Traía 2.500 kilogramos de este pescado, uno de los más preciados de la lonja, y ponía de esta manera punto y final a una costera que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente decidió de forma sorpresiva cerrar con un mes de antelación. Esta circunstancia ha hecho que el volumen de capturas sea el menor de los últimos años. Los 745.445 kilos desembarcados en Avilés suponen un importante descenso del 18% con respecto al año pasado, cuando se alcanzaron los 912.154 kilos, una cifra que se había mantenido relativamente estable en los últimos ejercicios.

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La facturación también se queda muy tocada, ya que este año solo se han alcanzado los 3,2 millones de euros, cuando el año pasado se había llegado a los 4 y en 2014, la mejor temporada de la década, se alcanzaron incluso los 4,5 millones. Este año deja, eso sí, el récord de precio más alto de la primera subasta, celebrada el 30 de mayo, cuando se llegó a pagar el kilo a 200,80 euros.

Los precios en los primeros días se mantuvieron relativamente altos, para ir descendiendo a partir de junio. Las subastas más bajas se produjeron el pasado mes de septiembre, cuando el kilo de bonito se vendió en rula a un precio medio de 3,8 euros por kilo, casi la mitad de lo que se había pagado en junio, que fueron 6,6 euros de media. En estos últimos días, sin embargo, estas cantidades han repuntado, situándose en los 7 euros, gracias al aliciente de ser los últimos bonitos del norte de toda la temporada, que tardarán meses en volver a saborearse.

La campaña de este año ha sido floja, y tan solo en los meses de julio y agosto se subastaron en la Rula de Avilés cantidades significativas de bonito. Julio fue el mejor mes, con 297.066 kilogramos desembarcados, mientras que en agosto se alcanzaron los 262.565. En septiembre, en cambio, se rularon apenas 100.000 kilogramos, con el agravante de haberse alcanzado el precio más bajo de la temporada.

Cierre provisional

Asturias y España se despiden así del bonito, aunque el Ministerio se encargó ayer de recordar que el cierre de la costera es «provisional» y que aún cabe la posibilidad de reabrirla. Agricultura ha solicitado a los estados miembro con cuota, Portugal, Reino Unido, Francia e Irlanda la posibilidad de un intercambio para aumentar la cuota española adaptada de bonito, un procedimiento que recuerda que es «habitual».

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Los países de la Unión Europea tienen a principio de cada año unos topes de capturas para las especies del Atlántico, pactados por el Consejo de Ministros del ramo, y luego suele hacerse un traspaso de cuotas o intercambios de posibilidades de pesca con otros países, especie por especie.

En el caso del bonito, hasta este año era una de las especies «excedentarias» que España cedía tradicionalmente para realizar estos intercambios, porque en campañas anteriores siempre se había dispuesto de remanentes de cupos, ya que nunca se había agotado. «Estos intercambios son estratégicos para mejorar aquellas pesquerías deficitarias de cuota, sin entrar en detrimento de ninguna otra», asegura el Ministerio.

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La Federación de Cofradías de Asturias reconoce que la temporada no ha sido buena, aunque su presidente, Dimas García, ha calificado de «positivo» el hecho de que una parte de las capturas se realizara en zonas próximas a la costa, lo que habría permitido faenar a embarcaciones más pequeñas de lo habitual.

García considera que debido al buen tiempo que se está registrando, la flota hubiera podido salir aún un mes más, hasta completar las fechas previstas inicialmente, y ha reclamado que el cupo de 15.000 toneladas se mantenga para el año que viene.

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El Ministerio mantiene que ese cupo ya se ha agotado este año, y que esta temporada se ha producido un volumen «excepcional» de capturas, lo que contrasta con los datos de la rula de Avilés, que solo hablan de caídas, tanto en la cantidad de bonito rulada, como en el precio medio de la misma y, en consecuencia, la facturación total de la costera.

Si una eventual reapertura no lo remedia, 2016 se cerrará con la peor temporadas registrada en los últimos tiempos para esta especie estrella de las aguas del Cantábrico.

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