Juan Chapa Prado, en un salón de La Granda.

«El mundo ha cambiado muy poco desde la muerte de Cristo hace dos mil años»

El sacerdote Juan Chapa recalca que la virtud de acabar la vida con perdón y sin negar la fe es la verdadera característica de los mártires cristianos

O. GONZÁLEZ

Viernes, 26 de agosto 2016, 04:47

El Apocalipsis no trata sobre el futuro, sino que se basa en hechos que se narran en el Antiguo Testamento, «por eso tiene imágenes tan complejas». Así lo explicó ayer en la residencia de La Granda el sacerdote y profesor de la Universidad de Navarra Juan Chapa Prado, que en su ponencia 'Apocalipsis. Teología de la historia en clave de martirio' quiso acercar a los presentes la correcta lectura de un libro complejo que ha sido malinterpretado en sucesivas ocasiones a lo largo de la historia.

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«Hoy en día nos resulta difícil comprenderlo porque está lleno de imágenes y simbolismo del Antiguo Testamento, hay que estar muy familiarizado con los textos para comprenderlo bien», explicó Chapa. El género apocalíptico se empezó a desarrollar en territorio de Israel en el siglo II antes de Cristo ante las dificultades del pueblo de Israel para mantener su identidad por la presión que ejercieron los sirios, que exigían que acataran sus normas y sus leyes.

El significado estricto de la palabra apocalipsis es revelación. «En el libro se narran sucesos de personajes singulares del Antiguo Testamento que tienen revelaciones futuras y ayudan a comprender el sentido de la historia», subrayó el sacerdote, que también añadió que esas revelaciones se conseguían mediante ascensiones al Cielo que permitían dar testimonio de lo que iba a pasar en la Tierra. «El género literario los presenta como personas que ven el futuro porque están con Dios», puntualizó. A su vez, el Apocalipsis data el fin de la historia en el momento del asesinato de Cristo, lo que para Juan Chapa supuso su victoria «porque resucitó». «Los cristianos creemos que su muerte es lo que da sentido a nuestra existencia y por eso la historia es completamente distinta», afirmó.

Por otro lado y relativo a la temática general del curso, Juan Chapa recordó que la palabra mártir en sentido cristiano solo se puede aplicar a aquellos que mueren «por la fe»: «No aparece hasta el siglo segundo con el martirio de San Policarpo». Aún así, el sacerdote también reconoció que el primer mártir de la historia del cristianismo fue Jesús. «Él fue el que lo empezó todo y desde entonces han asesinado a muchos fieles por dar testimonio de su vida», apostilló.

Aunque es un concepto antiguo, los mártires siguen existiendo en la actualidad. «El mundo no ha cambiado mucho desde la muerte de Cristo hace dos mil años, aún hoy mueren cristianos degollados a causa de su fe», denunció el sacerdote. Por ello Juan Chapa duda de los que mantienen la existencia del paraíso en la Tierra: «Si lo hubiéramos conseguido se habría acabado la violencia y se habrían extinguido los problemas en el mundo». Así, el profesor de la Universidad de Navarra valoró más si cabe el sacrificio de los mártires cristianos y afirmó que no existe testimonio de amor mayor que acabar la vida perdonando: «Ahí se acaban los argumentos».

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