Cien años de la 'perla del Cantábrico'

La 'perla de Cantábrico' cumple cien años 'vigilando' la playa de Salinas y a sus usuarios. El edificio actual del Balneario está de aniversario y, aunque no es el original, por él han pasado algunos de los momentos más importantes de la historia de Asturias y de España. Por supuesto también ha sido testigo de excelencia del cambio de Salinas, de aquella pequeña colonia veraniega a la explosión del turismo.

El primer proyecto del Balneario surgió allá por el año 1887, de la mano de Ramón Ibarra y Bonifacio Bobes, tal y como describe José María Leal, en el libro sobre la historia del concejo de Castrillón. Ese primer edificio hecho de madera estaba formado por 30 cuartos de baño y casetas sobre ruedas para los baños de olas. Es en 1906 cuando sale a subasta y es adquirido por Antonio Treillard, que acomete su ampliación y pasa a ser denominado la 'perla del Cantábrico', al ser uno de los más grandes e importantes del norte de España.

El futuro inmediato del Balneario no iba a ser bueno. Seis años después de su reapertura con Treillard, el edificio sufre un incendio y su reconstrucción no se produce hasta 1916, fecha que este año se conmemora. El recién estrenado Balneario ya no era de madera, sino un edificio levantado en hormigón y ladrillo con una superficie de 612 metros cuadrados y en el lugar más alejado de la playa. Según narra Leal, el solar fue adquirido a la Real Compañía de Minas.

El Balneario tenía dos pisos, en el inferior se encontraban las dependencias propias del servicio de baños, mientras que en el superior se hallaba el hotel. Ese edificio fuerte y robusto ha llegado a nuestros días convertido en restaurante. Ese uso llegó años después, en 1954, de la mano de Juan Piris, que alquiló el edificio a la que por entonces era su dueña Covadonga Treillard, que en los años 80 lo puso en venta.

Hoy el Real Balneario es un referente de la gastronomía nacional y camina de la mano de la familia Loya. Juntos celebraron en abril su primer cuarto de siglo en compañía. 25 años llenos de innovación en la cocina, que les ha llevado a conseguir la ansiada 'Estrella Michelín' y muchos más galardones, que no hacen sino que afianzar esta apuesta segura por la buena gastronomía en un lugar privilegiado de Salinas.