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J. F. GALÁN
Martes, 31 de mayo 2016, 04:39
El bonito pulveriza su precio de venta en la lonja de Avilés. El primer cajón de la temporada alcanzó ayer los 200,8 euros el kilo, ochenta más que en 2015, y fue adquirido un año vez más por la cadena de supermercados Alimerka. Se subastaron 3.900 kilos, más otros 622 de bonita (bonito patudo), capturados en aguas del Atlántico por el 'Esmeralda Tercero', el 'Berritz Amatxo', ambos propiedad y patroneados por Fidel Álvarez, patrón mayor de la cofradía de pescadores Virgen de Las Mareas de Avilés, y el 'María Digna Dos', con base en Bermeo y patroneado por Juan Carlos García.
Los tres buques presentaron en común el primer cajón, 113,9 kilos, unas trece piezas, y una vez adjudicado el primer lote el precio fue en descenso hasta llegar a un mínimo de 29,80 euros kilo el grande, a una media de 46,41. El mediano (recortado) osciló entre 15,20 y 10,30 euros el kilo, 12,30 de media, el pequeño (mono) pasó a 8,02 y el patudo a 4,60. La subasta de ayer marca el inicio de la campaña del bonito, la segunda pesquería con más peso en la lonja de Avilés.
Una vez en marcha, la segunda subasta no se hará esperar. Varios barcos asturianos, gallegos, cántabros y vascos ya han partido o partirán en los próximos días rumbo al área de las Azores, archipiélago portugués situado a 975 millas (1.567 kilómetros) al Oeste de Lisboa donde a estas alturas del año se encuentra el bonito. Siguiendo su ciclo vital ira acercándose al Cantábrico hasta situarse en agosto en todo el área del golfo de Vizcaya, si bien en los últimos años se ha constatado que parte de los grandes bancos han alterado su ciclo y en lugar de adentrarse en el Cantábrico continúan por el océano más hacia el Norte. Algunos científicos apuntan como causa la subida de la temperatura del agua, que habría alterado las costumbres de sus presas y por añadidura, las del propio bonito.
«Aún es demasiado pronto para saber cómo va a ir la costera», señaló Fidel Álvarez, que a no mucho tardar se hará de nuevo a la mar. Como dato positivo, apuntó que durante la travesía inaugural, de tres semanas, «vimos bonitos pequeños, medianos y grandes, y eso siempre es bueno». Por el contrario, el patrón del 'María Digna Dos' manifestó que «no vimos nada de carnaza», en referencia a las especies que sirven de alimento al bonito, fundamentalmente quisquilla y lanzón y en menor medida bocarte y sardina. El barco vasco permanecerá unos días en Avilés y una vez concluya el período de descanso de la tripulación, seis personas, también zarpará en busca de bonito.
Los tres soltaron amarras el 8 de mayo y según manifestaron los patrones realizaron las primeras capturas a unas 200 millas al Oeste de Finisterre. Eran muy esporádicas, «unos pocos al día», tónica que se mantuvo incluso una vez en aguas próximas a las Azores. «Dimos vueltas y vueltas hasta que el último día encontramos el pescado e iniciamos el viaje de regreso», subrayó Fidel Álvarez.
Todas las capturas se subieron a bordo en aguas internacionales, fuera del círculo de cien millas en torno al archipiélago que pertenecen a Portugal, y el grueso muy cerca del límite. «A unas 108 millas de San Miguel», la isla más grande, según puntualizó Juan Carlos García, patrón del 'María Digna Dos', un buque de 26,6 metros de eslora y 74,7 toneladas de registro bruto, casco de acero y construido en Armón (Navia) en 1995. También construido en acero, el 'Esmeralda Tercero' anota un registro de 48,34 toneladas y 20 metros de eslora, mientras que el 'Berritz Amatxo', con folio de Fuenterrabia, es de fibra de poliéster, 21 metros de eslora y 51,7 toneladas de registro bruto. Los tres faenan con arte tradicional de curricán (cacea), bonito a bonito.
Más pelágicos
García lamenta que en los últimos años cada vez más pelágicos, barcos de hasta 600 toneladas que faenan con redes, van al bonito y capturan grandes cantidades, al por mayor. «Los franceses y los irlandeses han hecho flotas terribles y a veces venden en nuestra zona, haciéndonos competencia desleal», dijo al respecto. Otras voces de la flota española artesanal acusan a los patrones de los pelágicos de esperar a que ellos detecten los cardúmenes para acto seguido largar sus redes en la zona y llevarse el pescado.
Los tres barcos desembarcaron sus capturas en la lonja durante la noche del domingo y la madrugada de ayer lunes. La subasta comenzó a las siete de la mañana y entre el numeroso público presente en la cancha había expectación por ver cuánto se pagaba por el primer cajón. La referencia eran los 120 euros que alcanzó el año pasado, cifra récord hasta entonces. Ayer se quedó corta.
La subasta comenzó en 300 euros el kilo y al llegar a 200,80 Armando Prendes, responsable de las pescaderías de Alimerka, pulsó el botón. También se llevó el segundo lote, nueve cajones, a un precio considerablemente menor, 29,80 euros, y el tercero, veinte cajones de bonito mediano y siete de pequeño a 15,20 euros el kilo. El cuarto lote, ya a una media de 10,30, se lo adjudicó un exportador, José Carbajal.
El bonito adquirido por Alimerka estará disponible hoy en las pescaderías de la cadena a un precio de entre 30 y 35 euros, según manifestó ayer Prendes. «Lógicamente esta compra no se rentabiliza directamente, pero una vez más nuestros clientes tendrán la oportunidad de ser los primeros en degustar bonito del Norte. Llevamos dieciséis años consecutivos comprando el primer lote», señaló.
Mientras, los patrones también hacían sus cuentas. Los 3.900 kilos de bonito y los 622 de patudo rindieron 89.000 euros, 35.000 facturados por el 'María Digna Dos', 32.000 por el 'Esmeralda Tercero' y 22.000 por el 'Amatxo'. Según Fidel Álvarez, los costes son de unos 12.000 euros por barco, «por lo que al final cada marinero se llevará algo más de mil euros». Por barcos, el que más pescó fue el 'María Digna Dos', 1.800 kilos, si bien los dos patroneados por Fidel Álvarez obtuvieron mayor rentabilidad, 23 euros el kilo frente a los 18 del buque vasco.
A lo largo de la costera de 2015 se subastaron en Avilés 900.127 kilos (el 59% del total de Asturias) a un precio medio de 4,59 euros que dejaron unos ingresos brutos de 4,1 millones de euros, el 11,16% de la facturación de la rula en todo el año, treinta y siete millones de euros. La primera es la merluza, 16,3 millones en 2015, el 44,2%.
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