J. F. GALÁN
Miércoles, 3 de febrero 2016, 04:19
Julio Pardo, presunto asesino de Ascensión Amores, su mujer, ingresó en torno a la una de la tarde de ayer en la cárcel de Villabona después de haber recibido el alta médica en el Hospital Universitario Central de Asturias, según confirmaron a este periódico fuentes del centro penitenciario. A la hora de redactar esta información permanecía en el módulo de ingreso a la espera de resolver los trámites establecidos en el protocolo, entre ellos una revisión médica que determinaría si es trasladado a la enfermería o a una celda.
Publicidad
Ni su abogado, Félix Guisasola, ni el Juzgado de Instrucción Número 5 de Avilés, tenían a media tarde de ayer constancia de que la orden de ingreso, dictada la víspera por su titular, Julio Juan Martínez Zahonero, se hubiese hecho efectiva. El juez «no ha sido informado oficialmente ni del parte del alta ni del posterior traslado, así que por lo tanto no puede confirmar oficialmente ninguna información en este sentido, pues carece de cualquier detalle al respecto», asegura un comunicado emitido a las cuatro de la tarde por el Tribunal Superior de Justicia.
en contexto
Martínez Zahonero dictó el lunes la orden de ingreso después de tomar declaración a Julio Pardo en el HUCA, donde permanecía ingresado en calidad de detenido y bajo custodia policial desde el pasado miércoles, día de su detención, recuperándose de una ingesta abusiva de fármacos que habría consumido tras cometer el asesinato complicada con síntomas de neumonía. El juez considera que los hechos podrían ser constitutivos de asesinato, lo que implica que observa indicios de alevosía o ensañamiento, delito para el que el Código Penal establece una pena de entre quince y veinticinco años de prisión.
Si concurriesen ambas circunstancias, es decir, alevosía y ensañamiento, «se impondrá la pena en su mitad superior», por lo que el informe forense se presume será determinante. La acusación particular, ejercida por María Martín, no quiso ayer pronunciarse al respecto. «Sería prematura, aún no he recibido el atestado», dijo al respecto. En un principio el juicio se celebraría con jurado en un plazo de seis meses.
Pardo regentaba junto a su mujer la confitería La Duquesita, en la calle de Fernández Balsera. El pasado miércoles, día posterior a la jornada de descanso semanal, no abrió sus puertas, circunstancia que unida a que Ascensión Amores no atendía las reiteradas llamadas telefónicas llevó a sus familiares a personarse en el cuartel de la Policía Nacional. Tras una visión ocular desde el exterior realizada por bomberos, los agentes irrumpieron en el domicilio conyugal, en la sexta planta del inmueble sito en el número 11 de la calle de Ramón y Cajal, en El Carbayedo. La víctima estaba tendida en la cama, con una mancha de sangre alrededor de la cabeza, y su marido en el salón, con síntomas de haber ingerido una cantidad masiva de fármacos y quizá también de alcohol, por lo que fue trasladado, ya como detenido, al hospital San Agustín y horas después derivado al HUCA, que dispone de un módulo de seguridad específico.
Publicidad
Doce horas
El resultado preliminar de la autopsia relevó que Ascensión Amores falleció tras recibir varios golpes en la cabeza con un objeto contundente, presumiblemente una llave inglesa que se encontró en la habitación con machas de sangre, y que falleció asfixiada bajo la presión de una almohada. La muerte se habría producido en torno a unas doce horas antes de que la policía hallase el cadáver, tiempo que el presunto asesino habría permanecido en el domicilio.
Su abogado, Félix Guisasola, tampoco realizó ayer declaraciones. Al igual que el lunes argumentó que el atestado requería un estudio en profundidad y expresó su intención de mantener una nueva entrevista, ya en prisión, con su defendido para «terminar de aclarar las cosas».
Publicidad
Julio Pardo, de 47 años, heredó La Duquesita de sus padres, quienes fundaron el negocio en 1980, y su mujer se encargaba de la atención al público. Miembro de la comisión ejecutiva de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca en calidad de vocal de confitería, vecinos y clientes le definen como una persona «fría, reservada y educada» e indican que las relaciones de la víctima, Ascensión Amores, con sus suegros no eran cordiales.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.