«No tiene nada grave, una dolencia asociada a una neumonía»

Julio Pardo, 47 años, «no tiene nada grave, una dolencia asociada a una neumonía», manifestó su abogado, Félix Guisasola, a su salida del HUCA tras asistir a su defendido durante la declaración, prestada en el módulo de seguridad del centro. Ubicado en la sexta planta, dispone de cinco habitaciones individuales susceptibles de alojar a un segundo paciente y está custodiado día y noche por agentes de la Policía Nacional. Según fuentes policiales el número de efectivos depende del número y la peligrosidad de los ingresados y en todo caso siempre es «adecuado y suficiente para garantizar la seguridad del preso o detenido y del resto de pacientes». También aseguran que está «en perfecto estado de funcionamiento».

Desde su entrada en servicio, es el lugar en que ingresan los presos del centro penitenciario de Villabona que requieren hospitalización y también los detenidos, si bien en este último caso no siempre es así. También son atendidos en otros hospitales de Asturias, en habitaciones ordinarias custodiadas por al menos un policía.

Guisasola evitó hacer cábalas sobre la posible fecha de alta. «Eso depende únicamente de los médicos. Va estar el tiempo necesario. No sabemos cuánto, pero dado su estado tampoco se prevé una hospitalización excesivamente larga», señaló.

Julio Pardo se encargaba del obrador de La Duquesita, en la calle de Fernández Balsera, confitería inaugurada en 1980 por Antonio Pardo Barral, a su vez hijo y nieto de confitero. Su padre, Antonio Pardo Rodríguez, fundó a mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo la histórica confitería San Francisco, en la calle de mismo hombre, siguiendo así una tradición iniciada en los años veinte por su abuelo, Julio Pardo Vilac, que tenía el negocio en Arriondas.