Secciones
Servicios
Destacamos
Ana Moriyón
Jueves, 26 de marzo 2015, 00:56
El avilesino Luis Menéndez y sus hijos, Luis y Carlos, se trasladarán hoy a Francia para visitar la zona de los Alpes donde se estrelló el avión de la compañía Germanwings en el que viajaba su esposa y madre, respectivamente, Pilar Vicente Sebastián. Aunque los equipos de psicólogos no recomiendan el viaje debido a lo traumática que puede ser la experiencia para quienes acaban de perder a un ser querido en estas circunstancias, Luis confirmó ayer a sus familiares avilesinos que está dispuesto a pasar por ese trance para dar el último adiós a su compañera. «De alguna manera me tengo que despedir de Pilar», le dijo anoche a una de sus hermanas, Reyes Menéndez. «Luis dice que su mujer se lo merece y es verdad, era una persona excelente», reconoce la cuñada de la víctima.
Padre e hijos viajarán hoy en el avión fletado por la compañía aérea con destino a Marsella, desde donde serán trasladados a las cercanías del siniestro, para seguir de primera mano la recuperación de los restos de los 150 fallecidos. Para facilitar la identificación de los cuerpos, la familia de Pilar ya ha entregado sus muestras de ADN a la policía científica española, con las que realizarán la reconstrucción del perfil genético de esta profesora de 54 años. Éste será cotejado con los restos que se vayan recuperando en el lugar del siniestro y que, en principio, serán concentrados la localidad Seyne-les-Alpes, la más cercana al lugar del accidente.
Pilar Vicente Sebastián viajaba en el Airbus siniestrado porque se dirigía a Düsseldorf para visitar a sus dos hijos, de 20 y 21 años, estudiantes de ingeniería y arquitectura con una beca Erasmus en la ciudad alemana. El fatal accidente hizo que esta valenciana, afincada en Barcelona, no llegase a su destino y que fueran sus hijos, rotos por la pérdida, quienes viajaran a la Ciudad Condal para reencontrarse con su padre. «Al menos están los tres juntos», se consuela Reyes, quien ha mostrado su disposición y la de toda la familia asturiana de desplazarse a Cataluña, aunque Luis Menéndez les ha pedido que no lo hagan por el momento.
Los tres están siendo atendidos por equipos de atención psicológica y ayer compartían su duelo con las familias de otras víctimas en las instalaciones del Hotel Rey Don Jaime de Castelldefels, sede del operativo de atención a las familias, aunque nada de eso merma su dolor. «Mi hermano está destrozado y no acaba de asimilar lo ocurrido. No lo asimilamos ninguno», admite Reyes Menéndez, al tiempo que recuerda con cariño la última visita de la pareja al Principado, donde tiene su segunda residencia, en San Esteban de Pravia. «A los cuatro les encantaba venir a Asturias», comenta con voz entrecorta.
La calidad humana de Pilar quedaba ayer evidenciada en los simbólicos actos que en su memoria se celebraron en las localidades valencianas de Meliana y Bonrepòs i Mirambell, donde había sido profesora durante 25 años del colegio público Mare de Déu del Pilar antes de trasladarse a vivir a Barcelona. En el centro educativo la recuerdan con mucho cariño tanto profesores como alumnos. «Era una gran persona, una gran amiga, a la que queríamos mucho, y estamos muy afectados todos los profesores, los niños y las personas que la conocían», declaró el director, Manuel Gandul.
Repatriación
Las familias de los allegados de las víctimas esperan con inquietud que llegue la hora para poder desplazarse a los Alpes, primero para reconocer los restos de sus seres queridos y para acelerar, en la medida de lo posible, la repatriación de los cadáveres. Ayer ya salió un autocar por carretera y hoy está previsto un vuelo a primera hora de la mañana, a pesar de que los psicólogos que atienden a los familiares más bien se decantaron por desaconsejarlo horas antes. «Es mejor esperar, puede costarles entenderlo, pero para eso estamos trabajando, para que cuando vayan puedan ir en las mejores condiciones posibles», señaló uno de los responsables del ejército de 60 especialistas en psicología que atienden al centenar de familiares alojados en el hotel Don Jaime.
«Las familias tienen la necesidad de trasladarse lo antes posible al lugar del accidente, pero nuestra recomendación es que lo hagan cuando tengan garantías, deben saber cómo van, a dónde van y qué van a encontrar, el consejo es que se desplacen cuando puedan hacerlo con garantías. Si no, sería mucho peor para ellos», aseguró Jordi Martori, de la Cruz Roja. Es de suponer que si la compañía aérea ha puesto 150 plazas a disposición de los familiares es porque algunas de estas variables están resueltas.
Desde la aerolínea germana señalaron que darán todo el apoyo psicológico posible y también facilitarán ayuda financiera para quien quiera desplazarse. El presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, definió ayer su encuentro con los familiares como «muy emotivo». «Es incomprensible por lo que han pasado y ha sido difícil estar ahí. El accidente les ha provocado una pena terrible», añadió.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.