ALEJANDRO L. JAMBRINA
Jueves, 3 de agosto 2023, 02:04
Ayer fue un día de celebración en la residencia de personas mayores Verdeja de Trasona porque una de sus residentes, la más veterana, cumplió nada menos que 105 años. Por si un siglo no fuese ya todo un mérito, Ángela Delgado continúa sumando años y la verdad es que está en un estado de forma que ya le gustaría a muchos. Una fecha tan señalada se merecía una celebración a la altura y la fiesta de cumpleaños de Ángela fue de las que se recordará. Todos los residentes del centro se reunieron en el comedor a mediodía y estuvo presente buena parte de su familia, cuatro generaciones nada menos.
Publicidad
Sentada en su silla y recién pasada por la peluquería para estar guapa el día de su cumpleaños, Ángela recibió la felicitación de sus dos hijos, Primi y Agustín, que no quisieron perderse la fiesta. También estuvo presente Mónica, una de sus seis nietos, y su bisnieta de 17 años y la más joven de la familia, Ángela Pérez, que además lleva el nombre de su bisabuela con orgullo y no se separó de ella en ningún momento.
«Hoy es un día especial y quisimos que estuviese muy acompañada, no pudimos venir todos porque algunos miembros de la familia están trabajando, pero los que hemos podido no hemos faltado», explicaba Primi Porres, la hija mayor de Ángela, que demostró su admiración por su madre contándole a todo el mundo que «siempre fue muy trabajadora».
Ángela Delgado nació el 2 de agosto de 1918 en Villaverde del Monte, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos. Hoy tan solo se tardarían unas tres hora en llegar hasta allí en coche, pero entonces era difícil imaginarse recorriendo la meseta y lo cierto es que Ángela nunca pensó que acabaría viviendo en Asturias. «El viaje fue por trabajo, su marido Nicolás encontró aquí empleo y nos trajo de pequeños», recordaban sus hijos, que aún tienen recuerdos de Burgos «aunque ya nos sentimos de Avilés», reconocen.
En el pueblo dejó a sus seis hermanas, todas mujeres, cuyos nombres Ángela aún recita de memoria cuando se le pregunta, aunque otros detalles le cuesten un poco más. «Algunas fallecieron de pequeñas y las otras siempre se dedicaron a la labranza y luego a ser amas de casa cuando se marcharon, siempre muy trabajadoras», reconocía su nieta con orgullo.
Publicidad
Ayer, Ángela celebró su cumpleaños rodeada de su familia, de las trabajadoras del centro y del resto de residentes que se le acercaron uno a uno para felicitarla y decir «lo bien que se la ve, no me creo que tenga 105» comentaban algunos. Y es la verdad, le puede costar caminar o recordar algunas cosas, pero Ángela está en plena forma y ayer se notaba que estaba feliz.
El secreto para vivir tanto tiempo dice que no lo tiene, aunque responde a esta pregunta con un dicho: «el comer bien es la vida y el que no la tiene perdida». Y otra cosa no, pero ayer se comió un menú de fiesta. Pastas con velas y un poco de helado, que es una de sus comidas favoritas, la esperaban en el comedor después de las felicitaciones.
Publicidad
«Estamos muy contentos de poder celebrar algo tan bueno después de lo mal que se pasó durante la pandemia. La verdad es que parece mentira que ahora podamos estar sin mascarillas y haciendo fiestas», reconocía ayer con alegría Irene Palacios, la directora de la residencia Verdeja. «Hoy en día tenemos 60 residentes y podemos decir que todos están bien, muy bien cuidados y felices, eso es lo importante», celebraba la responsable del centro mientras se fotografiaba con la cumpleañera.
6 meses por solo 9€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.