«En mi zona tenemos tres sospechosos de los fuegos, pero no bandas organizadas»

En todo caso, y respecto a los últimos focos, «en mi zona tenemos tres sospechosos de los fuegos, pero no son bandas organizadas. En lo que estamos investigando no hay conexión entre ellos, descartamos cualquier tipo de connivencia entre estos sospechosos», anotó el cabo Santos, dejando claro por otra parte que eso no quiere decir que en otros lugares de Asturias sea diferente.

Los agentes del Seprona inician su investigación mientras el fuego está activo, con «un estudio de la zona, de sus antecedentes, de las problemáticas de los pueblos y de la gente que vive cerca de los puntos de inicio» de los incendios. En el entorno rural es muy habitual que todos los habitantes de una zona conozcan buena parte de los condicionantes y motivaciones de todos los demás, al menos mucho más que en las ciudades.

Una vez localizados los sospechosos, «estudiamos su comportamiento, y una vez que tenemos una motivación, sigue una investigación que es muy compleja». De hecho, en el incendio de Sanpol «tenemos varias hipótesis» sobre dichas motivaciones y las causas de los incendios estudiados.

Una vez los bomberos controlan las llamas se pasa a una segunda fase de la investigación, que incluye la revisión in situ de las zonas en las que se considera que se ha podido iniciar el fuego, en busca de pistas sobre su origen. También se analiza si ha podido ser un fuego fortuito, tal vez iniciado por un cristal o un trozo de metal, pero «con los cristales es muy complicado que sean el origen, en el norte hay muy pocas posibilidades de que se produzca el efecto lupa», al menos de forma natural.

En todo caso, el cabo Santos anota que al menos en la zona en la que investiga «no me consta que los incendios tengan que ver con los parques eólicos», pese a los comentarios al respecto, y no se posiciona sobre si en la actual ola hay ganaderos detrás, pero «las investigaciones pasadas ahí están», recuerda.