«Vuelve la dictadura totalitaria», dice el arzobispo de la reforma de la LOMCE

Las palabras de Sanz Montes motivaron el rechazo de IU, que reclama la «inmediata salida de la región» del religioso madrileño

Ó. PANDIELLO

GIJÓN.

Sábado, 14 de julio 2018, 02:37

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, causó ayer un notable revuelo tras publicar en su cuenta de Twitter un mensaje en el que atacó la propuesta del Gobierno central para modificar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). La intención ... de la ministra Isabel Celaá pasa por eliminar el principio de «demanda social» por el que la administración debe garantizar a quien lo solicite plazas en centros concertados. Esta medida fue calificada por Sanz Montes como un regreso a una «dictadura totalitaria».

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En el citado mensaje, el arzobispo de Oviedo lamenta que la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez afecte a la «libertad» de los católicos. «Con su habitual liberticidio intervienen nuestra libertad. Tienen miedo de la verdad que nos hace libres de veras, y por eso la quieren controlar, expulsando a los padres de la educación de sus hijos e imponiendo ellos una ética de Estado», subrayó sobre los socialistas en el Gobierno en su mensaje. Durante la comparecencia del pasado miércoles, la ministra de Educación también anunció que la asignatura de Religión dejará de ser «computable a efectos académicos».

Las declaraciones de Sanz Montes han generado rechazo entre varios sectores de la sociedad asturiana. Izquierda Unida expresó su descontento con las palabras del religioso y reclamó su «inmediata salida de la región». «Este hombre es un extremista de derechas y por ello tiene que abandonar su puesto. Los arzobispos se han ganado históricamente el respeto del Principado a través de sus actos y ahora vemos cómo Sanz Montes lo está dilapidando todo», denunció Alejandro Suárez, secretario de Organización de esta formación en Asturias.

«Frivolidad indignante»

Las palabras del arzobispo suponen una «frivolidad indignante», en opinión de Suárez, que no concibe que una medida política pueda ser tachada de dictadura «por mucho que no estés de acuerdo con ella». «Su puesto no tendría que servir para hacer política, eso está claro. Todavía tenemos a muchos muertos de la dictadura sin reconocer y no es de recibo que venga con esto», apostilló.

Izquierda Unida reclama que el arzobispo abandone estas «salidas de tono» por el bien de la comunidad católica asturiana, que «en su mayor parte no se siente representada con su parecer».

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